La fuente de la plaza del Oeste ha cobrado vida gracias a las manos del escultor José Antonio Elvira.
Hierros que se oxidaba en una escombrera han tenido la suerte de caer en las manos del escultor José Antonio Elvira, gracias a ello, ese material que permanecía inerte y mortecino, se ha reconvertido en obras de arte que hasta primeros de diciembre se podrán admirar en la plaza del Oeste.
Allí, Alcester, Moscófora, el Massai, la Momia y la Diosa Era se mojarán para que los paseante las descubran. Son cinco esculturas, cuatro femeninas y una masculina, que se pueden admirar desde todos los rincones de la plaza del Oeste. «Para nosotros es muy importante que el arte esté presente en los espacios públicos, en el día a día del barrio y en el ir y venir, porque ello despierta sensibilidades y reconocimientos hacia los artistas», señalan desde la asociación vecinal Zoes.
Por este motivo, le preguntamos al escultor, José Antonio Elvira, qué van a descubrir los espectadores al contemplar sus obras. «Los paseantes se encontrarán con la Moscófora, una escultura que representa un tema muy clásico, como es la mujer con un cordero sobre los hombros, aquella es un personaje mitológico que se está cortando el pelo, todo hecho con material de reciclaje. También hay una momia, que surgió en una montaña de chatarra, en la que me había subido casi como un escalador y tirando de hierros para ir sacando, me dio por pensar que podría haber una momia. Era como un arqueólogo chatarrero, una mezcla de muchas cosas y luego en el taller esas ideas que vas teniendo en soledad, se van materializando. También está el guerrero Massai».
Las estatuas reflejan distintas culturas y mitologías diferentes. En este caso, es una mezcla de series, desde una colección de África, de Mitología, pero hay otra serie de animales y son todas hechas de material reciclado, es una reconversión de los materiales para hacer obras de arte.
