Los estudiantes de la facultad de Educación celebraron este jueves el día grande de las fiestas del centro.
Y lo hicieron desafiando al frío, la lluvia y sorteando los controles de la Policía Local en la zona de Libreros.
Los agentes, como suele ser habitual, establecieron un dispositivo para controlar el acceso al punto de encuentro con botellas de alcohol, para evitar el botellón.
Algunos, al ver la barrera policial, prefirieron darse la vuelta con sus garrafas llenas de calimocho para seguir la fiesta en otra parte.
Todos estaban disfrazados, como ya es habitual en las fiestas universitarias y después de Libreros tenían previsto seguir de juerga por la zona de Gran Vía.
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