Marcos Ana, poeta salmantino, muere a los 96 años

Tuvo una vida difícil, fue algo así como nuestro Nelson Mandela, y al igual que el mandatario sudafricano que pasó media vida en la cárcel, Marcos Ana ha sabido perdonar y este jueves decía adiós a los 96 años

Tenía 96 años, de los cuales 23 pasó en la cárcel por ser comunista en la época franquista, era Marcos Ana, el poeta salmantino que ha muerto este jueves.

Marcos Ana ingresó en la cárcel, donde se hizo poeta, con tan sólo 19 años acusado de ser comunista, cumplido ya los 42 salió, era 1961. El bromeaba diciendo cuando cumplió los 90, que tan sólo tenía 67, porque 23 se los robaron.

Le pasó como a Nelson Mandela, el mandatario sudafricano, que también fue encarcelado durante décadas y murió a los 96 años, como Marcos Ana, que perdonó y vivió después en plenitud. Su cuerpo no achacó los largos inviernos en las celdas de la época franquista, ni las torturas a las que fue sometido, ni las condenas a muerte. Supo transformar ese dolor en versos limpios y libres.

[quote_box_center]Decidme como es un árbol

Decidme cómo es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo
de las estrellas, del aire
recítame un horizonte sin cerradura
y sin llave como la choza de un pobre
decidme como es el beso de una mujer
dadme el nombre del amor
no lo recuerdo
Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna
o sólo queda esta fosa?
la luz de una cerradura
y la canción de mi rosa
22 años, ya olvidé
la dimensión de las cosas
su olor, su aroma
escribo a tientas el mar,
el campo, el bosque, digo bosque
y he perdido la geometría del árbol.
Hablo por hablar asuntos
que los años me olvidaron,
no puedo seguir
escucho los pasos del funcionario.[/quote_box_center]

Durante sus años en cautiverio, Marcos Ana creó un periódico clandestino, ‘Juventud‘, justo lo que él perdió en sus años de presidio. En su biografía cuenta que no conoció mujer hasta los 42 años. Un amigo le dio 500 pesetas y lo llevó a un club de alterne. Allí le presentaron a Isabel, que según palabras del poeta, era morena y hermosísima. Pasaron la noche juntos, pero sólo hablaron. El poeta le contó su vida en el presidio y ella decidió devolverle las 500 pesetas (3€). Intentó volver a pagarle, pero eso arruinaría la noche pasada juntos, por lo que decidió invertir ese dinero en flores y mandárselas con una nota en la que decía: ‘Para Isabel, mi primer amor’. Pedro Almodovar compró los derechos de la biografía, pero aún no ha llevado a la pantalla la historia de Marcos Ana.

El poeta sí conoció el amor, su esposa se llamaba Vida Sender y es la madre de su hijo, Marcos. «Me impresionó mucho que se llamara Vida. Cuando la conocí pensé: para esto he salido yo de prisión, para esto estoy yo en el mundo», explicaba el poeta salmantino en una entrevista.

Este jueves, 24 de noviembre, ha dicho adiós uno de los grandes poetas del siglo XX y era salmantino.