El líder cubano Fidel Castro ha muerto a los 90 años de edad. Su hermano, el presidente Raúl Castro, fue el encargado de comunicar la noticia a través de la televisión oficial a las 22.30 horas en Cuba, 4.30 de la madrugada en España.
«Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 22.29 horas de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz», indicó Raúl Castro visiblemente emocionado.
Los restos del líder histórico de la Revolución serán incinerados según su «voluntad expresa».
Las últimas imágenes de Fidel Castro son del pasado 15 de noviembre, cuando recibió en su residencia al presidente de Vietnam, y se le vio con un aspecto más deteriorado de lo habitual.
Castro gobernó la isla durante 47 años y siguió siendo el máximo guía del régimen después de que enfermara y entregara el mando a su hermano Raúl, cinco años menor, el 31 de julio de 2006.
Hijo de un emigrante español y de madre también con raíces españolas, castro fue el artífice de la instauración de un régimen marxista-leninista a sólo 150 kilómetros de las costas de Estados Unidos, país que decretó un bloquea que asfixió a la frágil economía cubana y a los cubanos. Fue un líder venerado y odiado a partes iguales, sobre todo fuera de la isla. Pero su acceso al poder quizá no estaba entre sus planes hasta que un hecho crucial cambió su vida.
El golpe
El golpe de estado del general Fulgencio Batista (1952) derrocó al Gobierno de Carlos Prío Socarrás y anuló las elecciones. El golpe —reconocido por el Gobierno estadounidense— despertó en Castro un sentimiento de rebeldía. Utilizó sus contactos con la Juventud del Partido Ortodoxo para aglutinar a un grupo de jóvenes que protagonizaron el asalto al Cuartel Moncada, en julio de 1953.
Un grupo de 135 guerrilleros comandados por Fidel Castro, Raúl Castro y Abel Santamaría realizaron el asalto al cuartel. Este acto, que resultó fallido, desató una dura represión del régimen golpista hacia los sublevados.
Ante la creciente presión popular e internacional y varias intentonas insurreccionales, Castro y sus compañeros fueron amnistiados por Batista en 1955. Pocos días después Fidel fundó en la clandestinidad el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) una organización cuyo fin era derrocar al dictador y que tenía una ideología de progreso y grandes cambios, antiimperialista y democrática, fundada en las ideas de José Martí.
Castro se exilió en México, donde planeó la invasión guerrillera de 1956, con ayuda en sus inicios incluso de la Cia, que no veía con buenos ojos el régimen oligarca de Batista.
El 25 de noviembre de 1956 zarpó de Tuxpán, estado de Veracruz, México, el yate Granma, con 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio, llamados los barbudos, entre los que se encontraban Fidel Castro, Raúl Castro y el argentino Ernesto Che Guevara, que se unió a la guerrilla después de llegar a México huyendo de la represión posterior al derrocamiento del gobierno democrático popular de Jacobo Arbenz en Guatemala. Después de 7 jornadas de tormentosa navegación, el Granma encalló en la costa oriental de Cuba el 2 de diciembre de 1956.
Una derrota
Los guerrilleros sufrieron una seria derrota inicial en Alegría de Pío y poco más de 20 de los 82 revolucionarios pudieron internarse en la Sierra Maestra, una zona de difícil acceso en el Oriente cubano, donde lograron instalarse para dirigir desde allí la revolución.
La guerrilla y la descomposición del régimen debilitaron progresivamente a Batista, que a punto de que los barbudos llegaran a La Habana tomó el camino del exilio en enero de 1959.
Castro fue nombrado primer ministro el 27 de febrero de ese mismo año por el presidente Manuel Urrutia. Lideró en 1961 la adopción del marxismo por el Gobierno revolucionario, estableciendo el primer Estado socialista de América.
Cuba ha sido desde entonces un proyecto de socialismo, luego un ejemplo de resistencia ante el imperialismo de EEUU, con una visión muy romántica desde Europa y otros países latinoamericanos, pero acabó en una dictadura propiciando la aparición de una disidencia de extrema derecha asentada en Miami y sumiendo a sus ciudadanos a veces en la miseria.