La casa Rectoral

casa museo unamuno
Todo estaba como lo dejó el rector Miguel de Unamuno.

[dropcap type=»1″]S[/dropcap]alimos del edificio de la Universidad de Salamanca a la calle y nos encaminamos a la casa rectoral. Tres personajes tenían casa en el estudio, el rector, el secretario y el bedel mayor. El maestreescuela, con ser una de las figuras más insignes, no tenía vivienda en el edificio universitario. El último rector en ocupar la “Casa de la Parra” fue don Miguel, quizás debido a que ningún rector posterior quiso profanar el recinto. El rector, soltero para más señas, Alfonso Balcells Gorina, profesor de Patología General en la Facultad de Medicina y miembro numerario del Opus Dei, se hizo construir en el actual rectorado un apartamento que utilizó como vivienda en sus años al frente de la Universidad.

[pull_quote_left]La casa rectoral, barroca, debida a la mano de Andrés García de Quiñones, se ha convertido en la casa-museo Miguel de Unamuno que dirige con maestría Ana Chaguaceda[/pull_quote_left]La casa rectoral, barroca, debida a la mano de Andrés García de Quiñones, se ha convertido en la casa-museo Miguel de Unamuno que dirige con maestría Ana Chaguaceda. En una de las visitas que realicé a la misma nos acompañó Pablo de Unamuno. Se trataba de mostrar sus dependencias a los miembros de la asociación de la tercera edad de Morille. En el recorrido Pablo nos mostró una orla con tan sólo cuatro personajes y una cartela en la que se leía con letras de gran tamaño: Patronato de San Ambrosio. Por haber sido miembro del mismo en mis doce años en la alcaldía de Salamanca, enseguida supe quiénes eran los retratados. Uno de los personajes era, por supuesto, don Miguel, los otros se correspondían con el obispo, presidente del patronato, y el alcalde del momento. A los tres miembros natos del patronato de San Ambrosio había que añadir un cuarto, un sacerdote que hacía, también en mi época, las funciones de secretario de actas.

De Miguel de Unamuno se escribe casi a diario. Es un personaje que no deja a nadie indiferente y más teniendo en cuenta que fue profesor, rector, novelista, poeta, articulista, pensador, político y experto en papiroflexia. En el salón de recepciones de la casa museo se encuentra un retrato de Unamuno que expresa con viveza la personalidad de don Miguel. En la Sala de retratos del rectorado podemos contemplar otro de Vidal González Arenal.

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