Un sunami en el Helmántico

El Helmántico presentaba un aspecto formidable.

La resurrección del Helmántico para acoger el partido de Copa entre el Guijuelo y el Atleti no defraudó a nadie.

 

A los técnicos y jugadores por el buen estado del césped, y a la hinchada, porque casi llena las gradas y empezó fría pero acabó haciendo la ola.

Fiesta en la carpa.
Fiesta en la carpa.

El estadio salmantino presentaba el aspecto de las mejores ocasiones, cuando la desaparecida UDS recibía a un equipo de la élite o cuando llegaba alguna afición numerosa y animosa, como la del Sporting.

El público comenzó a llegar dos horas del inicio del encuentro. Entonces ya no había sitio para aparcar en varios cientos de metros a la redonda del estadio.

El club instaló una carpa junto a las piscinas para los invitados y la prensa donde se dieron cita los socios chacineros y una muchedumbre entre la que corrían los platos de jamón cortado a mano y los gin tonics con más fluidez que el juego del equipo. Una música discotequera convirtió los prolegómenos en una fiesta de Nochevieja anticipada.

Colas para entrar.
Colas para entrar.

Mientras la juerga se concentraba en la carpa, miles de aficionados se agolpaban ante las puertas de acceso al estadio, donde serían agasajados con un bocadillo de jamón. Todo un detalle. Mira que estaban avisados para que no llevaran botellas con la merienda, porque no les iban a dejar pasar. Pues los encargados de la seguridad no pararon de decomisar botellas entre las pertenencias de los hinchas.

Entraron tarde

Ellos se quedaron sin sus bebidas y cientos de aficionados se perdieron buena parte del partido, porque era el minuto 35 de la primera parte y seguía entrando gente.

Bocata de jamón incluido para todos.
Bocata de jamón incluido para todos.

Cuando todos estaban en sus asientos, apenas se escuchaban cánticos. Como si lo hubieran dado todo en la carpa o estuvieran engarañados por el frío salmantino. O simplemente fuera una muestra del espíritu contenido de los salmantinos, también llamado sosería en otras partes. O que les pudo la tensión de ver como el Guijuelo aguantaba el cero a cero y apenas pasaba apuros, hasta que llegó el penalti y se abrió la caja de los truenos.

Aun así, el público seguía muy concentrado, hasta que con el 0-5 ya lo dio todo por perdido y se desinhibió. Comenzó a animar al Guijuelo, a meterse con los pucelanos, a jalear al Cholo que envió un

Público entra con el partido avanzado.
Público entra con el partido avanzado.

saludo a la grada, a animar a la UDS (sí, a la extinta Unión) y a divertirse haciendo la ola para convertir el berrinche por la goleada en una fiesta.

A la salida les esperaban unos atascos espantosos.

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