[dropcap]V[/dropcap]as por la calle, llamas a alguien «caraanchoa» y recibes un bofetón. Ésto no suele pasar todos los días, pero seguro que a un joven «bromista» no se le olvidará.
Cada vez los ‘YouTubers’ buscan engrandecer sus egos y sus canales con contenidos más absurdos, más llamativos, y sobretodo; más innecesarios. Es el caso de Sergio Soler, una de las ‘estrellitas’ con las que contamos en YouTube España. En su canal, la mayoría de los vídeos contienen bromas (la mayoría de mal gusto) a personas aleatorias que van por la calle. Supongo que si se dedica a esto, debería conocer los efectos adversos de hacer esto. No todas las víctimas de la broma se lo tomarán a risa, por lo que en más de una ocasión le advirtieron: «Chaval, algún día te vas a llevar una ostia».
Pues así ha sido. El suceso tiene lugar en la calle, donde el YouTuber se acerca a un repartidor que se encuentra en horario de trabajo y le pregunta (con toda la educación del mundo) por una calle con tiendas. El repartidor le responde (también de manera educada) y entonces aquí es donde empieza la acción, como se puede ver en el siguiente vídeo:
Creo que no hace falta comentar que posiblemente la actitud de la ‘víctima’ fue demasiado agresiva (que tampoco le pegó una paliza), pero la intención de la joven ‘estrellita’ de conseguir visitas gastando bromas de mal gusto a personas que se encuentran trabajando o simplemente dando un paseo por su ciudad es inaceptable. Con el bombo que ha conseguido con esto y la repercusión que ha causado en los medios harán que su ego sea aún mayor y consiga más suscriptores.
Por muy bien que intente quedar el joven diciendo que si consigue dinero con la denuncia que ha puesto al trabajador lo donará a la caridad, la imagen que da en sus vídeos no conseguirá cambiarla a menos que sus contenidos cambien de carácter, según mi punto de vista de espectador.