El incendio que este sábado de madrugada ocasionó la muerte de una mujer de 61 años se produjo en un piso de estudiantes.
El fuego se declaró en una habitación del bajo izquierda, en el número 18 de la calle La Gacela, una zona muy demandada por los universitarios, por su proximidad al campus Unamuno y por los alquileres asequibles, al tratarse de viviendas antiguas y sin servicios centrales.
En el momento del siniestro solo había un inquilino en el piso, ya que el otro ocupante se encontraba fuera.
Eran las 3.15 horas de la madrugada del sábado cuando el calefactor de resistencias prendió en algún material y se declaró un incendio que destruyó la vivienda.
El ocupante del piso salió por sus propios medios mientras las llamas iban devorando el interior del inmueble.
La combustión generó una densa humareda que inundó las escaleras del edificio, que tiene la planta baja y dos pisos en altura.
La mujer del segundo, que vivía sola, tuvo la mala suerte de abrir la puerta de su casa para abandonar el bloque y eso propició que el humo entrara como una nube en la que quedó atrapada y que le hizo perder la consciencia.
Cuando llegaron los bomberos la encontraron ya en el suelo, la sacaron a la calle y se le practicaron las primeras maniobras de reanimación, pero falleció, posiblemente ya en la ambulancia camino del hospital.
Una vecina relata que ellos evitaron la humareda «porque no abrimos la puerta». Luego llegaron los bomberos, se los llevaron a ella y a su marido, y pasaron el resto de la noche en su pueblo.
«A ver quién se hace cargo ahora de esa muerte», decía un vecino del barrio.
Además de la mujer de 61 fallecida, hay tres vecinos más intoxicados y uno de los bomberos que acudieron al incidente.