[dropcap]A[/dropcap]cabó la edición más polémica del popular reality show que lleva triunfando en Telecinco desde su primera entrega. Ya había indicios de que esto iba a ser así debido a las duras críticas que recibió el formato por cambiar a su mítica presentadora, Mercedes Milá, por Jorge Javier Vázquez.
Los datos han sido muy claros, ha sido la edición menos vista desde su estreno. No por eso ha dejado de enganchar a los verdaderos amantes del formato. La final estuvo marcada por el gran despliegue de medios para conseguir que todo saliera a la perfección y fuera espectacular. Meritxell, Rodrigo y Bea fueron las últimas personas en abandonar la casa de Gran Hermano. El tercer finalista fue Rodrigo, segunda Meritxell y como digna ganadora, ‘Naranjita La Lía’, apodada así por sus amigos.
Como es habitual en las finales, se recordaron todos los momentos memorables de los concursantes tras su paso por Guadalix. Una vez llegado el momento de anunciar a la ganadora, el plató se estremeció con la celebración del público. La gala terminó con la entrega del maletín por parte de la ganadora de la edición anterior, Sofía Suescun.
Bea, ganadora por su evolución
Nadie gana este concurso por estar en un segundo plano y mantenerse al margen en la convivencia. Bea entró a la casa como un terremoto, lo cual ya hizo que los espectadores se fijaran en ella. Pero a medida que avanzaban las semanas y que su relación con Rodrigo se convertía en una historia de cuento, la alocada chica de Valencia se fue convirtiendo en una persona más calmada y razonable para sus 20 años de edad, cumplidos durante el concurso.
Todo este cambio ha cautivado a la audiencia porque Bea sigue siendo la «chonija» risueña y divertida que era antes de entrar. Creo que ha sido la persona que mejor puede llevar el título de ‘Gran Hermano’ porque ha sabido dar lo mejor de sí misma y entregarse por completo a su relación con Rodri.
Jorge Javier no se libra
Durante la gala Jorge Javier hizo algún guiño a las críticas que recibía por la conducción que hacía del reality, con la cual yo estoy más que conforme.
No se puede comparar a Mercedes Milá con Jorge Javier o con cualquier otro presentador porque cada uno de ellos es un mundo y los recursos con los que cuentan son muy diferentes. Con frases como «No me lo habéis puesto nada fácil.» o «Para que luego digan que lo hago mal.» JJ se «quejaba» del trato recibido en ocasiones por la audiencia o los concursantes, ya que por ejemplo con Clara ha tenido varios encontronazos y en más de una ocasión ha tenido que pedir a algún familiar o concursante que abandone el plató.
El final de Gran Hermano confirmó que sus compañeros de la productora ya están trabajando en la edición número 18, pero no pudo decir que él sería el presentador, lo dejó abierto. ¿Sorpresas para la GH18?