El Consejo de Estado ha responsabilizado al Ministerio de Defensa del accidente del Yak-42, ocurrido en Turquía el 26 de mayo de 2003 y en el que murieron 62 militares españoles que regresaban de una misión en Afganistán en un avión Yakolev.
Según publicó ‘El País’, el Consejo de Estado indica que antes del siniestro hubo «hechos» que habrían permitido a la Administración conocer el «especial riesgo» que concurría en el transporte contratado para el traslado de las tropas. «Dicho con otras palabras -señala el documento-, pudieron ser advertidas circunstancias que habrían llamado a la adopción por los órganos competentes de medidas que pudieran haber despejado el riesgo que se corría».
La Audiencia Nacional archivó la causa en su día por no apreciar delito. Posteriormente, la Sala de lo Penal de la propia Audiencia Nacional condenó en mayo de 2009 al general médico Vicente Navarro a tres años de prisión y a los comandantes José Ramón Ramírez y Miguel Ángel Sáez a un año y seis meses por un delito de falsedad en documento oficial al haber falsificado las identificaciones de 30 de los 62 militares fallecidos. El general murió sin cumplir condena y los comandantes fueron indultados por el Gobierno.
Luis Bárcenas, extesorero del PP, dijo que el PP pagó con dinero de su caja B la defensa de los militares encausados.
Los familiares de los fallecidos han reclamado al Gobierno que pida perdón y que el exministro de Defensa, Federico Trillo, sea cesado de su cargo de embajador del Reino Unido, y su segundo en el ministerio, hoy embajador en Suecia, también sea destituido. También lo han solicitado PSOE y Podemos.
Sin embargo, Mariano Rajoy y el PP han defendido a Trillo, que era ministro de Defensa cuando se produjo el accidente en el que murieron 62 militares que regresaban de Afganistán. «Eso ya está sustanciado judicialmente lo que había que sustanciar. Ocurrió hace muchísimos años», ha declarado Rajoy.
El Consejo de Estado es el máximo órgano consultivo del Gobierno, que preside el exministro del PP José Manuel Romay Beccaría.