Los niños de Carbajosa (y sus padres) esperaban con ilusión la gran cabalgata de los Reyes Magos y sus majestades no defraudaron.
Anunciaron con su paseo por el centro del municipio su inminente reparto de juguetes y regalos por todas las casas y endulzaron las espera con miles de caramelos que todos agradecieron.
Una lluvia de caramelos durante todo el recorrido, algo para lo cual muchos ya estaban preparados con sus bolsas en las que acumularon caramelos para todo el año y para luego visitar al dentista.
Las majorettes y la banda musical abrían la comitiva, seguidas de gigantes zancudos que precedían a las tres grandes carrozas reales, y cerraba la comitiva otra de mayores dimensiones aún, con una mascota tumbada.
Un preludio magnífico para la noche más mágica de los niños.