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Very güel fandango

El nivel de inglés declarado por los ciudadanos de Castilla y León sitúa esta comunidad a la cola de España, según revela el barómetro Cambridge Monitor, publicado por Cambridge University Press por cuarto año consecutivo, en 2017 por primera vez con carácter europeo.

 

Con solo 2,23 sobre 5 se encuentra muy por debajo de la media nacional que está en 2,67.

El porcentaje de población que declara tener un nivel alto o muy alto de inglés solo alcanza el 12% y, sin embargo, el porcentaje de personas con nivel bajo o muy bajo es de 62%.

El nivel de inglés está relacionado con los principales indicadores de desarrollo de un país como seguridad social, medio ambiente, sistema educativo y laboral.

Castilla y León, al igual que el conjunto del Estado, es escéptico en relación al futuro de la UE. Solo el 23% de los castellanos y leoneses expresa un fuerte vínculo con Europa. El 39% no ve futuro tampoco en el euro como moneda común y el 48% cree que desaparecerá en menos de diez años.

Castilla y León es además bastante pesimista respecto a la situación de nuestra propia economía. El 64% lo ve bastante o muy negativo.

Al margen del pesimismo, Castilla y León es una región feliz. El 58% es bastante o muy feliz.

Según el barómetro, uno de cada dos europeos considera que la UE tal y como la conocemos está próxima a desaparecer. Somos pesimistas respecto a nuestro futuro común, y, en general, al futuro del euro y la economía. Aunque España es precisamente uno de los países más europeístas y optimistas, Castilla y León no se libra de este escepticismo.

El objetivo de este análisis es conocer la situación social europea en el nuevo contexto económico, pero sobre todo político y poder definir tendencias. Las conclusiones en este caso dejan claro el clima de desconfianza ante el futuro de la UE: los europeos viven una situación de inestabilidad marcada por el auge de los totalitarismos y el fundamentalismo religioso; un marco que pone en duda la permanencia del actual status quo y los estándares de calidad de vida a los que estamos acostumbrados.

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