El Guijuelo no pudo pasar del empate en casa ante el Racing de Ferrol, y gracias, porque rescató un punto a falta de un cuarto de hora parta el final (2-2).
Los chacineros no consiguen enganchar una racha para poder abandonar el pozo de la clasificación.
Tras la goleada ante el Palencia parecía que el equipo volvía a reencontrarse con la victoria, pero fue otro espejismo.
Por unas cosas o por otras, el caso es que siempre va con el gancho y suma a cuentagotas.
Desde que Fabregat se hizo cargo del equipo, el 17 de noviembre, los chacineros han disputado siete partidos de Liga y han sumado seis de los 21 puntos en juego, con tres empates y una sola victoria.
Un equipo capacitado para vivir sin dificultades en el grupo se encuentra a estas alturas anclado en los puestos de descenso y no da con la clave para repuntar.
La próxima jornada visita al Burgos, equipo que justo por encima de los chacineros, con un punto de ventaja. Un duelo a vida o muerte.
