Las bajas temperaturas nocturnas que se han registrado durante los últimos días casi han hecho que nos acostumbremos al frío y a sus efectos. También han ocasionado heladas que han dejado estampas espectaculares, pero ninguna tan llamativa como la que se ha producido esta madrugada.
Y es que el río Tormes ha comenzado a congelarse en las zonas de la orilla donde no llega la ligera corriente que suele tener.
A primera hora de la mañana podían verse los primeros cristales de hielo que anticipan una congelación del agua del río.
Y eso que las mínimas de la madrugada del martes no han sido las más bajas de la ola de frío que estamos sufriendo. La ciudad del Tormes registró una mínima de -6.
La llegada del día con sus primeros rayos de sol y la recuperación térmica han frenado, de momento, el proceso de congelación. A las nueve de la mañana la mínima había sido todavía de -4,7 grados.
A lo largo del día se alcanzarán los 10 grados y ya por la noche las temperaturas volverán a caer a -4, un frío que redundará sobre un agua que ya baja a muy poca temperatura.
De congelarse el río no sería la primera vez que ocurriera. La última fue hace algo más de una década, cuando se pudo ver una capa de hielo de orilla a orilla.