- La asamblea de Vistalegre II corona a Iglesias como líder absoluto de Podemos
- Ofrece unidad y humildad, pero está por ver el futuro de los errejonistas, derrotados
La asamblea de Vistalegre II ha coronado a Pablo Iglesias como secretario general de Podemos y le ha otorgado el control orgánico y programático del partido. Durante su primer discurso tras conocerse su aplastante mayoría, ofreció unidad y humildad, pero está por ver cuál será el futuro de los errejonistas, que han salido derrotados del plebiscito.
Aunque Iglesias y Errejón se abrazaron en el escenario de Vistalegre durante el paseo triunfal del reelegido secretario general de Podemos, el gesto de Errejón era serio y de derrota.
Quizá se le estaba pasando por la cabeza la purga que se desató en Madrid una vez que Espinar (pablista) se hizo con el control.
Iglesias se ha impuesto en las tres votaciones en liza. Como secretario general ha obtenido el 89% de los votos frente a Juan Moreno Yagüe, que era su único opositor.
También ha recibido el respaldo mayoritario a los cuatro documentos que se sometían a votación (el político, organizativo, ético e igualdad) con un apoyo superior al 55%, y también ha conseguido el 50,8% de los votos para la composición del Consejo Ciudadano Estatal (CCE), en el que contará con 37 vocales frente a los 33 de Erejón. Los anticapitalistas han obtenido los dos restantes.
Esto afianza a Iglesias al frente del partido y debilita especialmente a Errejón, que ha perdido el pulso por tratar de hacer un Podemos menos agresivo y más abierto a acuerdos con otros sectores de la izquierda.
En su intervención tras saberse ganador, Pablo Iglesias apeló a la “unidad y humildad” como mandato recibido de los asistentes a la asamblea. “Unidad y humildad para construir la justicia social, para que las gentes y los pueblos recuperen la soberanía, para defender el derecho a decidir, los derechos humanos frente al fascismo que llega a Europa y para combatir todas las violencias machistas».
Expresó su deseo de constituir un «gran movimiento popular y un bloque histórico junto a las fuerzas hermanas y la sociedad civil para ganar al PP y gobernar España y ser los mejores en el Parlamento» sin parecerse «jamás a la vieja clase política».
Errejón se puso a disposición de la nueva dirección de Podemos “para ser útil. Si la nueva dirección estima que soy útil para seguir desempeñando mi labor, para mí será un honor hacerlo», señaló.