Los retablos de la Virgen del Rosario, la Tabla de Aniversarios y las esculturas de la iglesia salmantina de Navamorales lucen como nuevos después de un proceso de restauración completo que se ha llevado a cabo durante dos campañas de trabajo en la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid, gracias a la colaboración de Iberdrola.
Ya se han reunido de nuevo en su lugar de origen los dos retablos laterales, barrocos; la Tabla de Aniversarios, una obra en madera y papel manuscrito del siglo XVIII; las esculturas de un Cristo crucificado de procesión del siglo XVIII, la de San Juan Niño del siglo XVII, la del Niño Jesús y el grupo escultórico de Santa Ana y la Virgen Niña, estas últimas también del siglo XVIII, así como una valiosa Cruz procesional de plata del siglo XVI.
A través de estas labores, los alumnos han podido trabajar las importantes piezas del patrimonio artístico de Navamorales, completando así los conocimientos adquiridos en su formación académica a través de estas prácticas tuteladas que premian a los alumnos con mejor expediente.
La actuación integral llevada a cabo con sumo cuidado en estas obras ha servido no solo para restaurarlas y devolverles los colores y belleza original, sino también para garantizar su conservación preventiva, protegidas con barniz.
Aportaciones
“Nuestros alumnos se han enfrentado a un verdadero trabajo de conservación y restauración, premiando a aquellos que han tenido mejores trayectorias”, señala la directora de la Escuela, Ruth Viñas.
Una de las aportaciones de Iberdrola a los territorios en los que opera, más allá de su actividad principal, consiste en promover la recuperación y conservación del patrimonio histórico-artístico a través de la colaboración con entidades e instituciones, tanto públicas como privadas, responsables de la gestión del patrimonio con el fin de contribuir a la creación de riqueza y al desarrollo de esas regiones. Así como apoyar la formación de una nueva generación de profesionales capaz de impulsar la transformación hacia un modelo energético sostenible.
“Esta colaboración conjuga dos aspectos clave, la restauración y la conservación del patrimonio histórico-artístico y la formación de excelencia”, apunta Carmen Recio, responsable del Área de Arte y Cultura de la Fundación Iberdrola España.