Los expresidentes de Caja Madrid, Miguel Blesa y Rodrigo Rato han sido condenados a seis años de prisión y a cuatro años y medio, respectivamente, como autores de un delito de apropiación indebida relacionado con el uso de las tarjetas Black en la entidad.
La Audiencia Nacional los absuelve del delito de administración desleal y les impone, además, una multa de 7.200 y 6.000 euros, respectivamente. También tendrán que responder solidariamente del dinero gastado por todos los directivos que usaron estas tarjetas, 12,5 millones de euros entre 2003 y 2012.
Los otros 65 usuarios de las tarjetas Black han sido condenados a penas de prisión que oscilan entre los tres meses y los cuatro años.
La Sala considera probado que Miguel Blesa puso en marcha estas tarjetas “al margen de las retribuciones contractuales para atenciones personales y sin justificar los gastos, en detrimento de la entidad”.
Asegura que Rato extendió esta práctica “a su favor” durante su mandato.
Si el Supremo confirma la sentencia ambos irán a la cárcel.