El Sindicato de Enfermería, Satse, denuncia que en el 2016 se ha incrementado el número de agresiones sufridas por las Enfermeras de Castilla y León, siendo la categoría profesional que más agresiones ha sufrido.
Se han denunciado un total de 53 agresiones físicas frente a las 27 que se produjeron en el 2015. Si sumamos las agresiones verbales e intimidatorias, 192 Enfermeros han sido agredidos y han presentado denuncia en el último año en nuestra Comunidad. A todos ellos habría que sumar aquellos que, generalmente por miedo a represalias por parte de los agresores, no han presentado denuncia a pesar de haber sufrido cualquier tipo de agresión.
Con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, la organización sindical resalta que los casos de agresiones a profesionales sanitarios se siguen sucediendo de manera constante, y sólo en el caso de que tengan cierto eco en los medios de comunicación llegan a suscitar alguna reacción, casi siempre insuficiente, por parte de las administraciones públicas e instituciones sanitarias privadas.
En el caso del colectivo enfermero, ocho de cada diez profesionales han sufrido en algún momento de su trayectoria profesional una agresión física o verbal (golpes, empujones, amenazas, insultos de todo tipo, vejaciones…), según datos recogidos por el Sindicato de Enfermería.
Satse demanda al Gobierno el desarrollo de una ley que regule a nivel estatal las actuaciones (prevención, sensibilización, información, apoyo…) que se han de acometer por parte de las diferentes administraciones públicas e instituciones sanitarias privadas implicadas.
Satse subraya que, aunque los funcionarios sanitarios sean ya considerados autoridad pública en el ejercicio de sus funciones y, por ello, haya consecuencias judiciales en el caso de las agresiones físicas o si se intimida de manera grave o violenta, aún no se contemplan otras conductas, también lesivas y muy habituales en el ámbito sanitario, como las injurias, las amenazas o las coacciones.