La asociación Adavas, de ayuda a las víctimas de malos tratos y violencia sexual, ha presentado este viernes su informe anual sobre la actividad que han llevado a cabo en el año 2016. Las representantes de la asociación han mostrado su satisfacción antes los datos que muestran que ha aumentado el número de víctimas que dejan a su agresor, porcentaje que ha aumentado hasta el 71% de los casos. Aún así, han querido incidir en la falta de protección de las víctimas al interponer una denuncia.
Ana Pascual, presidenta de Adavas, y Manuela Torres, abogada, han presentado el informe anual de actividades de Advas 2016, año en el que han realizado un total de 158 actuaciones y han intervenido en 174 casos, de los cuales el 75% correspondieron a situaciones de maltrato y el resto a violencia sexual. Uno de los datos que han destacado es que el número de víctimas de origen extranjero ha aumentado, pasando del 15 al 21% del total. El número de víctimas menores de edad se mantiene, con 40 casos, al igual que de víctimas residentes en zona rural (31%).
En cuanto a los casos de maltrato, la mayoría de las mujeres tienen entre 36 y 45 años (32%), tienen un empleo (37%) y tienen hijos a su cargo (57%). En un 44% de los casos el agresor era su pareja, y en el 47% restantes se trataba de su expareja. Cabe destacar que ha descendido el porcentaje de mujeres que han sufrido una situación de violencia durante más de 20 años, bajando de 22% a 19%.
Las representantes de la asociación han resaltado que en el año 2016 se produjo un incremento de las víctimas que abandonan a su agresor. Hace años, este porcentaje se situaba en 56% y ha aumentado al 71%. Manuela Torres subrayó que este es el verdadero fin de la terapia y que se sigue trabajando con el resto de las víctimas.
En casos de violencia sexual, los datos muestran que el 57% de las víctimas son menores de edad, que suelen ser mujeres o niñas en un 86% de los casos y que su agresor era alguien cercano en un 82% de los casos.
En el despacho jurídico cabe destacar que se ha incrementado el número de denuncias, sin embargo la abogada califica de “muy preocupante” el hecho de que haya disminuido la protección a las víctimas. Se ha producido un aumento del 23% en las denegaciones de orden de protección o medida cautelar de protección, algo que impide a la víctima denunciar con garantías. Por otro lado, el número de sentencias condenatorias se mantiene, así como la falta de aplicación del delito de maltrato habitual.
También se han mostrado preocupadas ante la tendencia al alza de la denegación de medios de prueba cuando se ejerce la acusación particular, sobre todo en casos de maltrato psicológico. Este hecho se está recurriendo y parece que la audiencia está otorgando la razón a la asociación.
Por último, las representantes de Adavas insistieron en una cuestión positiva, y es que, cuando asisten a una persona de forma integral, pueden comprobar que hay mejoría en su bienestar. Esto sucede tanto con mujeres como con menores de edad, que también reciben terapia.
Texto y foto: Paula Castro Morán
1 comentario en «El 71% de víctimas del machismo abandonan a su agresor»
En torno a la ideología de género han surgido infinidad de asociaciones y agrupaciones profesionales que buscan vivir (y lo están consiguiendo sin ninguna duda) de las millonarias subvenciones y ayudas públicas que se derraman anualmente. Una de estas asociaciones es la protagonista de la noticia. Lo que han conseguido en realidad (quizá porque les interesa que perdure) es no sólo no disminuir sino incrementar la violencia en las parejas y, lo más grave, desencadenar una catarata de tragedias personales entre hombres inocentes por culpa de las incentivadas y aconsejadas denuncias falsas, algunos de los cuales han terminado en suicidio. El mundo feminista, repleto de mujeres resentidas y frustradas, cuando no de auténticos machirulos, es una fuente de discriminación, injusticia, tragedia y corrupción inimaginables. Hay que descubrir, denunciar y desenmascarar esta peste del siglo XXI que lleva camino de destruir la convivencia, la familia y, por ende, la sociedad. Y a la postre, a quien más daño terminarán haciendo será a la misma mujer que, desde su independencia y dignidad personal, desea decidir libremente sobre su vida familiar y laboral. ¿Por qué tiene que sufrir esta mujer psíquicamente sana y emocionalmente madura las frustraciones de otras mujeres cargadas de resentimiento, de complejos sin resolver y de frustraciones personales, las ya famosas feminazis?