La Universidad de Salamanca celebra el próximo año sus ocho siglos de vida y para conmemorar esa efeméride ha organizado un programa de actividades para potenciar su imagen y aprovechar la ocasión para suscitar un debate sobre el futuro de la universidad española.
El Gobierno consideró el año pasado este proyecto como de “Estado”. Fue durante la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, y el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, a Salamanca y a la Universidad.
Todo fueron parabienes y un apoyo institucional que hacía pensar que el VIII Centenario sería un acontencimiento de relevancia nacional.
Una vez pasado el momento de los flashes y las cámaras de televisión, llegan los presupuestos generales del Estado y para el proyecto de Estado del VIII Centenario no hay ni un euro en 2017, al menos específicamente.
Ni uno, y se dice pronto. En el Ministerio de Fomento (Dirección general de Arquitectura, Vivienda y Suelo) hay una partida de 1,5 millones de euros para “rehabilitación” en la Universidad de Salamanca.
Para 2017 cero euros, para 2018 hay consignados 250.000, para el 2019 hay 400.000 y para 2020 los 850.000 restantes.
La única aportación gubernamental han sido las exenciones fiscales para las empresas que contribuyan a desarrollar el evento, y la apertura del curso 2017-2018 en Salamanca.
