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Contradicciones e incógnitas en el crimen de Pizarrales de 2013

Los vehículos policiales, junto a la Audiencia Provincial.

El juicio por el crimen acontecido en Pizarrales en el verano del 2013, por el que se acusa a F.J.A.G. y M.L.G.D. por el homicidio, robo con violencia e incendio a la vivienda de Félix Peralta, continúa con ciertas contradicciones en las declaraciones de los testigos y multitud de incógnitas que no terminan de esclarecerse.  Alrededor de 25 de testigos han prestado declaración en la jornada de este miércoles en la Audiencia Provincial.

 

A un día del final del juicio por el homicidio de Félix Peralta el pasado 29 de junio de 2013, así como robo con violencia e incendio provocado, la historia resulta plagada de información confusa. Han sido cerca de 25 los testigos que han prestado declaración en la jornada de este miércoles en la Audiencia Provincial de Salamanca pero la sala sigue haciéndose muchas preguntas. Ha habido, incluso, contradicciones entre las declaraciones de algunos testigos.

La única novedad del caso es la aportada por una de las testigos, que conocía a la víctima por pasear a su perro con frecuencia por esa zona. La mujer afirmó que le llamó la atención que, durante la tarde anterior a la noche de los hechos, estuviera el hijo de la dueña de la casa colindante (la casa con la parra sobre la puerta) lavando su coche frente a la vivienda. No sería reseñable si no fuera porque esa familia llevaba años sin pisar la propiedad, según las declaraciones de todos aquellos que frecuentaban la zona.

Según los testigos, era frecuente que Félix Peralta se sentara en la puerta de su casa, así como en unos poyetes situados en la puerta de la casa de la parra, para tomar unas cervezas con sus amigos. También han reafirmado que se veía con prostitutas a menudo, las iba a recoger y las llevaba a su domicilio.

Pese a que algunos de ellos han afirmado que los acusados habían sido vistos en compañía de la víctima, otros lo niegan o desconocen. Uno de los hombres que testificó durante la jornada anterior, aseguraba que la víctima acudía con frecuencia a los fumaderos de droga de la zona para acompañar a las prostitutas, puesto que él no consumía drogas, pero una de las prostitutas mencionadas lo niega. Si Félix Peralta no frecuentaba los fumaderos de drogas, como han señalado la mayoría, los procesados no podrían haber coincidido allí con él.

Tampoco concuerdan los testimonios sobre si la víctima era cliente de M.L.G.D. Mientras los testigos que participaron en el juicio en la jornada anterior mencionaron que así era, los más allegados de Félix Peralta nunca escucharon que él lo mencionara, mientras que sí hablaba de otras prostitutas con las que estaba.

Por otro lado, los acusados mantienen su inocencia. Compañeros de prisión de ambos han acudido para afirmar que ellos solían llorar por las noches clamando que eran inocentes. Por lo expuesto por una de las internas de Topas, no es común que los delincuentes que son culpables digan lo contrario una vez en la cárcel.

Según la familia del acusado, el dinero que percibió en aquella época sí vendría de la venta del antiguo piso conyugal que compartía con su exmujer. La madre de F.J.A.G. narró a los letrados que tuvo el dinero guardado en su cartilla hasta que su nieta, la hija del procesado, cumplió la mayoría de edad y se lo transfirió a ella. La joven asegura que su abuela le dio el dinero a principios de julio de 2013 y que, posteriormente, su padre le llamó y ella se lo entregó el 1 de agosto. Toda la familia ha testificado que la pareja tenía intención de irse de Salamanca desde que él salió de la cárcel en el año 2011, ya que querían alejarse de ese ambiente.

Texto y foto: P.C.M.

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