Los trabajadores de Emersan, la empresa privada concertada con Sacyl para completar el transporte sanitario en Salamanca, han convocado un paro de dos horas, el próximo 28 abril.
Protestan por la rebaja de salarios del 21% acumulado desde 2010 y que se han consolidado sin visos de que vayan a recuperar parte del terreno perdido. También piden la reversión de los recortes de sus derechos laborales que se han sucedido desde ese año, que es cuando comenzó la crisis.
Alegan que ahora que desde el Gobierno y la patronal se alaba el crecimiento vigoroso de la economía española, se restablezcan las condiciones que había antes de la crisis, ya que los trabajadores aceptaron rebajas salariales y de derechos para afrontar los años duros.
Si tanto la empresa como Sacyl, al que consideran corresponsable de su situación, no avanzan en la negociación colectiva, no descartan incluso una huelga de conductores y personal auxiliar (camilleros).
Afirman que no solo se han deteriorado las condiciones de los 226 empleados de Emersan, sino que con el recorte de plantilla (según los turnos y carga de trabajo que tienen que afrontar debería haber más de 300) hace que también empeore el servicio que prestan a los pacientes.
Reconocen que como una ambulancia tiene que apurar al máximo su capacidad con pacientes procedentes de zonas como Fuentes de Oñoro o Las Arribes, algunos tienen que dedicar cuatro o cinco horas entre que llegan a Salamanca, pasan sus pruebas, esperan a que acaben los demás y regresan a su localidad e partida.
O que cuando le dan el alta a un paciente por la mañana, se encuentra con que no hay ambulancia para trasladarlo hasta las diez de la noche, y ocupa durante todo el día una cama que quizá se está necesitando en urgencias.
