El Ministerio Fiscal mantiene la acusación contra los dos procesados por el crimen de Pizarrales ocurrido en el verano de 2013 a los que se acusa del homicidio de Félix Peralta, robo con violencia e incendio. Los abogados de la defensa piden la absolución del matrimonio amparándose en la falta de pruebas que les sitúen en el escenario del crimen.
La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este jueves la última jornada del juicio por el crimen que aconteció en la calle Regato de Buenavista durante la noche del 28 al 29 de junio de 2013, donde se halló el cuerpo sin vida de Félix Peralta con evidencias de apuñalamiento después de que una llamada al 112 alertara de un incendio en su domicilio. Debido a la falta de una serie de objetos de la vivienda del fallecido, se cree que fue asesinado a causa de un robo con violencia, tras lo cual se incendió el escenario del crimen con la intención de borrar las pruebas.
Por este crimen se acusa a F.J.A.G. y M.L.G.D., un matrimonio de mediana edad, delincuentes habituales y toxicómanos, basándose en el testimonio de un testigo que afirma haberles visto en el domicilio de la víctima la noche de los hechos.
Lo que la Policía Nacional se encuentra son diversos hechos. En primer lugar, el cadáver de Félix Peralta con cuatro signos de apuñalamiento encontrado en la cocina. Según los peritos forenses, hay una puñalada superficial en el pecho y tres en la zona de las cervicales y el cuello. La hora de la muerte se sitúa entre las 11.00 y las 12.00 horas, con un margen de error que puede variar entre las 21.00, hora en la que se le ve con vida, y la 1.30 aproximadamente, hora en la que se produciría el incendio.
El robo
En segundo lugar, se intuye que se ha debido a un robo con violencia porque faltan determinados objetos como dos televisores, tres relojes y joyas. Se presupone que el incendio no ha sido lo suficientemente fuerte como para hacer desaparecer estos objetos a juzgar por otros objetos que se han mantenido intactos. En tercer lugar, los bomberos establecieron que hubo tres focos del incendio en tres habitaciones dispersas separadas por un pasillo, por lo que se piensa que es intencionado, ya que, además, se encontró el envase del líquido inflamable.
Posteriormente, los diversos técnicos determinan que solo se ha encontrado ADN de la víctima, tanto en el arma homicida, como en diversos objetos analizados y en las uñas del cuerpo. El análisis confirmó también que la víctima tenía una tasa de alcohol en sangre de aproximadamente 1.6.
La línea de investigación apunta a los procesados cuando uno de los testigos afirma haber visto discutir a la pareja con la víctima en la puerta de su domicilio aquella noche, entre la 1.00 y las 2.00 horas de la madrugada. Presuntamente, F.J.A.G. habría dicho a la víctima “tira para dentro que te vas a enterar”. Después de este testimonio, la Policía investigó a la pareja y consiguió declaraciones que aseguraban que el matrimonio tuvo un comportamiento anómalo durante el mes de julio y disponían de más dinero.
18 años para cada uno
Este jueves se ha alcanzado la última jornada del procedimiento judicial, por lo que el conjunto de letrados expuso sus conclusiones. El fiscal mantiene la acusación contra la pareja procesada por la que pide 18 años y medio de cárcel para cada uno más el pago de indemnizaciones. Debido a los objetos supuestamente sustraídos, el crimen estaría motivado exclusivamente por el afán de conseguir la cantidad de dinero suficiente para el consumo de drogas.
Destacó que ha quedado probado que el principal testigo y el acusado mantenían una situación de enemistad, pero esta animadversión no es suficiente para excluir su declaración ni la veracidad de la misma. Sin embargo, debe valorarse por parte de ambas partes a causa de que el testigo no identificó correctamente la casa de la víctima y tiene dudas con respecto a haber detectado concretamente a la acusada, aunque el horario y recorrido que manifestó son coincidentes y coherentes.
Tanto el fiscal como el letrado de la acusación particular expusieron que dicho testigo no acudió a la autoridad espontáneamente, sino que la Policía dio con él a través del testimonio de un confidente amigo suyo a quien le había contado lo que vio con anterioridad. ¿Por qué el testigo principal le contaría lo que supuestamente vio a su mujer al día siguiente y a su amigo días más tarde si fuera fruto de su invención y sin contactar con la Policía? Este es el interrogante que se planteó en la sala.
La segunda pregunta es si este testigo, toxicómano y delincuente habitual, es lo suficientemente inteligente como para preparar una venganza contra el acusado en la cual espere cinco meses para contárselo a la Policía, tiempo que le daría veracidad a su testimonio basándose en que tenía mucho miedo del acusado.
Tras el relato se investigan los hábitos de los procesados, por lo que se averigua que apenas salieron de su domicilio en el mes de julio. Los acusados alegaron que estuvieron en arresto domiciliario por hurto y que tenían dinero por la venta de una casa de él. Sin embargo, F.J.A.G. había pagado la multa correspondiente, por lo que no tenía por qué estar en arresto, y M.L.G.D. quebrantó la condena. El dinero de la venta de la casa le fue ingresado el 1 de agosto según el testimonio de su familia y los documentos bancarios, algo que desmontaría su versión.
Alguien conocido
El letrado de la acusación destacó que el crimen debía haberse cometido por una persona conocida, ya que el cadáver se encontró al fondo de la vivienda, la puerta estaba abierta sin signos de haber sido forzada, y Félix Peralta solía invitar a sus conocidos y prostitutas a su vivienda con regularidad. Además, puso de relieve que los procesados carecen de coartada, que ella no acudió a trabajar ese fin de semana y que se halló una mochila llena de productos de alimentación que los presuntos ladrones iban a llevarse pero dejaron en el lugar, dato coincidente con el hecho de los acusados solían robar este tipo de productos para venderlos a cambio de drogas.
Por otro lado, se procedió a su detención por riesgo de fuga, ya que la pareja hablaba de irse a Madrid. Uno de los testigos afirmó que le habían pedido dinero para irse de Salamanca porque “aquí tenemos la ruina”. Miembros de la familia de él manifestaron que llevaban con esa intención varios años, ya que querían alejarse de ese ambiente.
Los letrados de la defensa piden la absolución de los procesados por falta de pruebas. Ambos han manifestado que todo esto solo se sostiene si se da credibilidad al relato del principal testigo, el cual califican de “fabulación”. A partir de esos datos solo se tienen indicios que no son lo suficientemente probatorios. Subrayaron que los procesados han mantenido su inocencia desde el principio y que no han negado sus hábitos delictivos en ninguna ocasión.
Por otro lado, se amparan en que el relato del testigo tiene deficiencias que le restan credibilidad y que el resto de declaraciones son contradictorias y variantes. Además, la fecha coincide con el cobro de la prestación que percibía la acusada, por lo que no tenían necesidad económica en ese momento. Destacaron, sobre todo, que no es coincidente la hora de la muerte que aportaron los forenses en primer lugar (entre las 11.00 y las 12.00) con la hora que aportó el testigo en la que presuntamente les vio.
En cuanto al robo, pusieron de manifiesto que no se tiene constancia de que los objetos de sustrajeran esa noche. Por último, plantearon que la puerta trasera, que da al patio, se encontró entreabierta y que es fácil acceder al patio saltando.
Texto y foto: P.C.M.