Numerosos salmantinos acudieron a la procesión de La Soledad que puso el colofón a un intenso viernes santo.
La marcha salió a medianoche de la catedral, bajó a Santo Domingo donde esperaba otra muchedumbre, y volvió a subir.
Se procesionaron las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad (Mariano Benlliure, 1941) y la Soledad de la Cruz (Vicente Cid y Tomás Monzón, 1997).
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Virgen de la Vega y Banda de Música de Alba de Tormes.