La Universidad de Salamanca ha recibido este lunes al activista pakistaní Muhammad como parte de la celebración del Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, que fue el pasado 16 de abril. El activista ha remarcado que no entiende por qué se comercializan prendas de ropa fabricadas por menores de edad en un país como España en el que la Ley prohíbe el trabajo infantil.
El vicerrector de Promoción y Coordinación de la Universidad de Salamanca, Enrique Cabero, ha recibido en la mañana de este lunes a Muhammad Ehsan Ullah Khan, activista pakistaní por los derechos de los niños, junto al presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Salamanca, Ángel Castilla. Esta visita surge a raíz de la celebración del Día Mundial de la Esclavitud Infantil.
“La sociedad no puede consentir que siga existiendo la esclavitud en general y la esclavitud infantil en particular”, manifestó el vicerrector de la Usal, manteniendo el compromiso de la institución en la lucha contra este conflicto social y calificando de “mala globalización” aquella que se cimenta en sobre la dignidad de las personas. Cabero considera muy importante actuar y debatir sobre la edad legal para trabajar, insistiendo en que los menores tienen derecho a crecer en libertad, a formarse, a la sanidad, etc.
Por ello, Enrique Cabero quiere denunciar públicamente la esclavitud infantil desde una universidad como la de Salamanca y exigir a los gobiernos la imposición de medidas para erradicar este problema.
Por su parte, Ángel Castilla manifestó que los graduados sociales están implicados en este hecho debido a la “esencia y profundidad de nuestra profesión”. El activista realizó una conferencia en la sede del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Salamanca posteriormente para hablar sobre la defensa de los derechos de los niños.
Muhammad Ehsan Ullah Khan lleva trabajando 40 años en la lucha contra la esclavitud infantil. Tal y como él mismo ha narrado, ha sido encarcelado más de 12 veces, echado de su trabajo en múltiples ocasiones, condenado a pena de muerte dos veces y exiliado de su país natal, Pakistán, a Suiza.
Industria textil
El activista recordó el desastre ocurrido en el edificio Rana Plaza, en Bangladesh, que albergaba la fabricación de ropa para Mango, Inditex y H&M y que se derrumbó hace varios años, causando la muerte de numerosas personas (no se pudo saber el número exacto), incluidos niños. Tras este hecho, Muhammad se reunió con responsables de Inditex para pedirles que dejaran de fabricar productos con mano de obra infantil, recordándoles que se podía fabricar en España, que presentaba cifras de paro del 25%.
“Me ven como si fuera contra las empresas”, declaró, explicando que él solo busca que se ponga en práctica la Ley y se respeten los derechos fundamentales de los niños. También envió un mensaje: “a los niños hay que amarlos, si no jamás conseguiremos paz en el mundo”.
Según datos de Unicef, 250.000 niños están trabajando para la industria de la moda, niños que empiezan a los 4 años de edad. “Esto es ilegal”, insistía, haciendo hincapié en que, si las leyes españolas no permiten que los menores de edad trabajen, no deberían permitir la venta de productos elaborados por mano de obra infantil, como las prendas de ropa comercializadas libremente por empresas como Inditex.
A Muhammad Ehsan Ullah Khan, presidente de Bonded Labour Liberation Front Global, se le conoce por la liberación de un niño de 10 años que llevaba desde los 4 trabajando para Zara. A este niño, Iqbal Masih, consiguió escolarizarle en uno de los centros de su organización, pero, tiempo después, fue condenado a muerte y asesinado el 16 de abril de 1995. El activista pidió que los culpables fueran condenados, pero en su lugar le condenaron a él.
Texto y foto: Paula Castro Morán