Las obras del nuevo parque de Garrido está a punto de concluir. Solo faltan los últimos retoques para cortar la cinta inaugural de unas obras que debían haber concluido en octubre de 2015, pero que por azares del destino se han demorado año y medio.
Entre las circunstancias que han retrasado las obras se encuentran la revisión del proyecto y el intento del PP de pagar 0,6 millones por un parque que se comprometió a sufragar la empresa que ha construido un parking (a medias de vender) en el subsuelo.
La oposición municipal se opuso y finalmente Santher asumió el coste del parque. Ganemos se felicitó este miércoles de haber impedido «un intento de pufo y un burdo y brutal despilfarro más del PP y el alcalde», según explicó el concejal Gabriel Risco a pie de obra. «Que diga en quién pensó para adjudicar esos 600.000 euros», remachó.
El PP dijo que pasaba de asumirlo la empresa a pagarlo el Ayuntamiento porque se incorporaron mejoras propuestas por los ciudadanos. Pero no coló.
Risco lamentó que el PP no le diera a la oposición de participar en la elaboración del proyecto por lo que «no podemos opinar como grupo político cómo ha quedado la plaza. El resultado parece algo agresivo, y ya dijimos en su momento que el parking habría estado mejor en la avenida de los Cedros o Federico Anaya para dejar una plaza más diáfana».