El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Salamanca acogió este miércoles la audiencia de las partes implicadas en el conflicto surgido a raíz de la tala de encinas en los terrenos donde Berkeley pretende abrir una mina de uranio, en Retortillo. A la espera de este acto, el juzgado ordenó paralizar la tala de árboles hasta conocer los argumentos de la empresa y de los detractores de la mina.
La empresa firma estar «muy satisfecha» por haber tenido la oportunidad de presentar toda la documentación y las pruebas necesarias «para demostrar que contamos con todos los permisos requeridos para el trabajo que estamos llevando a cabo en la actualidad. Hemos trabajado muy duro durante la última década, y continuaremos haciéndolo, para ofrecer a todas las autoridades relevantes el máximo nivel de confianza en el proyecto».
Asegura que la Declaración de Impacto Ambiental y la Concesión de Explotación Minera, ambas concedidas en octubre de 2013 y abril de 2014, respectivamente, «autorizan la tala de arbolado y ambas son firmes no pudiendo ser cuestionadas ahora».
La compañía reitera que ha obtenido más de 90 informes favorables y permisos hasta la fecha y cuenta con todos los permisos necesarios para los trabajos que se están llevando a cabo actualmente.
«Esperamos con sumo respeto la decisión del Juzgado y continuaremos desarrollando este proyecto, el cual creará más de 2.500 puestos de trabajo, directos e indirectos y, gracias al amplio programa de reforestación, aumentará el valor ecológico de la comarca», concluye.


















