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El sistema antirreventones comenzará a funcionar tras el verano

Un reventón en la Vaguada de la Palma.

El Ayuntamiento de Salamanca ultima la implantación del Sistema de Gestión Activa de Presiones (GAP) para reducir en más de un 40% las averías en la red de abastecimiento de agua. El alcalde de Salamanca ha anunciado esta mañana que la previsión del Ayuntamiento es que este sistema comience a funcionar antes de que finalice el verano. Para ello el Ayuntamiento comenzará a ejecutar el proyecto este mes de mayo.

 

Alfonso Fernández Mañueco ha recordado que con este sistema la ciudad estará a la vanguardia de las ciudades de España en el control de las redes de abastecimiento de agua, mejorando el servicio y minimizando las molestias a los vecinos cuando se producen las roturas en la red.

El Sistema de Gestión Activa de Presiones (GAP), cuyo centro de control estará ubicado en la potabilizadora y tiene un presupuesto de 1.049.387 euros, regulará automáticamente la presión que soportan las tuberías, sin afectar a la demanda de agua en los diferentes barrios de la ciudad, evitando la aparición de averías. El alcalde ha explicado que tras un estudio de la red de abastecimiento de agua la mayoría de roturas de tuberías se produce en horario nocturno. Estas incidencias se deben a que por las noches las tuberías soportan más presión al disminuir el consumo de agua. Tras dotar a la red de tuberías de sensores este sistema inteligente regulará la presión automáticamente.

Control permanente

La metodología del GAP se basa en la utilización de Válvulas Reductoras de Presión (VRP). Con este sistema se puede controlar, y en su caso reducir, la presión en el punto crítico a la presión requerida mínima y mantenerla a un nivel constante durante todo el día a través de estrategias de modulación de las válvulas. Además, el GAP permitirá una monitorización permanente de la red.

La red de distribución de agua potable de la ciudad de Salamanca cuenta con más de 395 kilómetros de tuberías de diversos materiales y diámetros. De ésta, el 66% son de fundición dúctil y el 34% de fibrocemento, que son las más antiguas y las que protagonizan la práctica totalidad de las roturas.

Con la implantación de este sistema se estima pasar de una media anual de 140 averías a un promedio de entre las 80 y 90 al año. Además, con la implantación del GAP se aumentará en 16 años la vida útil de las tuberías y se disminuirán las pérdidas de agua en la red en un 3%.

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