La lucha por liderar el PSOE será intensa hasta el final. Dos candidatos, Susana Díaz, representante del aparato del partido, y Pedro Sánchez han logrado un número de avales más cercano de lo que se esperaba, mientras que Patxi López se queda muy rezagado.
En concreto, Susana Díaz, ha obtenido 62.617 avales, mientras que Pedro Sánchez ha presentado 57.369 y Patxi López 12.000. Sólo necesitaban superar los 9.368 avales (el 5% del total de militantes). Esto significa que la recogida de avales ha contado con la participación de casi 132.000 militantes que en teoría, votarán al mismo candidato que han avalado, salvo sorpresas de última hora. Los 50.000 afiliados restantes pueden decidir con su voto al vencedor de las primarias del 21 de mayo para convertirse en el nuevo secretario general del partido.
Susana Díaz se detuvo este jueves en Salamanca, cuando se dirigía a un acto de campaña en Toro. En la sede del PSOE salmantino dijo sentir «una enorme gratitud, ilusión, orgullo, responsabilidad y compromiso» por recibir el mayor número de avales de los tres candidatos. «No esperaba tanto en tan poco tiempo», explicó .
«Esto tiene que ser un acicate para trabajar más. Los rivales no son nuestros compañeros. Los rivales están fuera. Las primarias tienen que ser una oportunidad para el país, no para el PSOE. El PSOE debe salir unido (de las primarias) con la moral de victoria para representar a la mayoría socialista. El objetivo es ofrecer respuesta a los desafíos del país», explicó Díaz.
No quiso desvelar si se ve ganadora de las primarias. «Procuro no ir de sobrada de nada, pero estoy ilusionada. Quiero que gane el PSOE para ganar las elecciones y estoy convencida de que así será. Estoy desenado que llegue el 21 de mayo para que comience la remontada. Aspiro a que mi partido gane en España y en todos los rincones. Esto no ha hecho más que empezar», señaló la candidata a liderar el PSOE.
Sobre el acuerdo de Mariano Rajoy con los nacionalistas vascos para ganarse el apoyo del PNV a los presupuestos generales, Díaz señaló que el Gobierno «tendrá que explicar con transparencia cómo ha hecho el cálculo» para reducir el cupo vasco en 300 millones anuales y para entregarle 1.400 de los 1.600 millones que el PNV decía que le debía el Ejecutivo por lo que los vascos habrían puesto de más en dos lustros en la liquidación del cupo.