«El dinero huele a rancio»

Isidoro J. Alanís, presidente de Global Exchange, en la sede central de su empresa en el P.I. Los Montalvos. ARCHIVO.

 

[dropcap]E[/dropcap]speramos a Isidoro Alanís, presidente de Global Exchange, en la sala de juntas y viene con la mano extendida para saludar y dice: «Esto es muy grande. Aquí estamos como perdidos. Mejor vamos a mi despacho, que estaremos más cómodos». Así de acogedor es este gran empresario -mide 1,90 m- que tiene a su cargo casi 2.000 empleados repartidos por 20 países. El último que ha ‘conquistado’ es Australia.

 

En su web se puede leer que el 98% de los clientes están satisfechos. ¿Es porque el dinero es un producto no perecedero?
No. Es porque atendemos muy bien a los clientes. Es nuestro valor añadido.

Díganos, ¿el dinero lo compra todo?
(Silencio) No. Solo compra lo que se puede comprar. Todo lo que es inmaterial no lo puedes comprar con el dinero.

¿Qué significado tiene para usted la expresión: «Esto es una moneda de cambio»?
El punto de equilibrio entre lo que uno ofrece y otro demanda. Es la relación que siempre pasa en la vida, uno siempre puede ofrecer algo que complementa a otra persona.

Isidoro Alanís, en su despacho.
Isidoro Alanís, en su despacho.

Eso puede ocurrir más en el terreno personal…
Sí, pero también en el empresarial, donde estás continuamente buscando el complemento que te haga seguir prosperando en tu negocio. Por ejemplo: los aeropuertos son los lugares donde nosotros queremos estar para atender a los clientes. Ellos nos ofrecen la posibilidad de estar ahí y nosotros tenemos que convencerlos de que somos su mejor alternativa. Cuando nos complementamos los dos, es cuando se llega al acuerdo.

Su compañía está en 20 países y es necesario Internet para poder trabajar, pero por curiosidad. ¿Cuándo es necesario un apretón de manos?
Siempre. Internet no podrá sustituir la sensación de verse dos personas frente a frente para poder explicar en qué consiste tu negocio; poder convencer que tú eres la mejor oportunidad… La venta es una cuestión humana, si vamos a un sistema de máquinas, se pierde el aliciente y el poder convencer a la otra parte que tú eres la mejor propuesta.

 

[pull_quote_center]El dinero no es el valor principal para nosotros[/pull_quote_center]

 

Ustedes compran y venden monedas del mundo, ¿qué hay de cierto en lo que decía Voltarie de que cuando se trata de dinero, todos son de la misma religión.
No creo en eso. Sobre el dinero, como todo en la vida, existen diferentes opiniones, pareceres, anteposiciones. No creo que todos seamos iguales ante el dinero. Hay personas que tienen más o menos escrúpulos, ética, ambiciones,…

O, sencillamente que no se dejan comprar por dinero, o tienen cubiertas sus necesidades básicas…
O porque tienen unos principios, o unos valores,… o simplemente, porque tienen una personalidad que no aceptas que nadie te compre por dinero. Eso no significa que seamos el ejemplo…

No. ¡Por Dios!
Por eso, ante el dinero, cada uno actuamos de forma diferente. Hay empresas que pagan comisiones por conseguir contratos y eso lo hacen por dinero y otras que no, que nunca pagaríamos una comisión por estar en un sitio. Es porque lo vemos de otra forma. El dinero no es el valor principal para nosotros.  

¿Hablamos de la Administración española?
Es lenta, mala, cara e ineficiente… Lo tiene todo.

Decimonónica con wi-fi…
Y en muchos casos sin wi-fi (Risas).

La oficina de cambio de divisas de Global Exchange, en el aeropuerto de Internacional de Sídney.
La oficina de cambio de divisas de Global Exchange, en el aeropuerto de Internacional de Sídney.

¿Cómo funciona la Administración en países como Rusia o Jordania, donde ustedes están implantados?
En Rusia es peor que en España. Además, tienen que conocer el alfabeto cirílico, porque si no es así , no te enteras de nada. Dentro de la tipología donde estamos nosotros, tenemos la fortuna de poder evaluarlos. Hay países con los que me gusta compararme, los que van por delante de España. Por ejemplo: el último país en el que hemos abierto es Australia, donde la Administración funciona perfectamente. Todo va por los canales y conductos reglamentarios. Todo está procedimentado, evaluado,… conoces el tiempo que se va a tardar y no existen variaciones. Uno sabe a qué se expone cuando abre el negocio y conoce los tiempos, los procedimientos y las relaciones con las administraciones y cumplen contigo. Así es muy fácil hacer negocio.

Es lo que nos falta a la cultura española…
Sí, porque es una cuestión de la idiosincrasia del trabajo en España. Nosotros lo de las fechas lo llevamos muy mal. En España se trabaja muy mal. Además, trabajamos tres o cuatro veces por no pararnos a pensar antes y por no planificar los casos. Parece que si hacemos las cosas a la tercera, da igual. Pero, no es así, porque es tiempo que pierdes. La productividad es hacer las cosas bien a la primera.

Hablando de planificación. Ha comentado que la inversión en su empresa siempre ha medido los riesgos. También ha señalado que llegará un momento que tenga que abrir el capital a inversores externos. ¿Seguirá la máxima de hacerla con control?
Ahora no tenemos necesidad de que entre ningún inversor, ni accionista en el corto o medio plazo. Pero, la reflexión que hago es que todas las empresas que al final siguen un crecimiento y un futuro siempre terminan, tarde o temprano, dando entrada a nuevos accionistas, por una situación de lógica.
Existen momentos en los cuales se necesita más capacidad de inversión y hay que buscar la entrada de nuevos accionistas o simplemente porque los actuales quieren desinvertir o porque se considera que es la mejor fórmula dentro de la empresa. No sé si esto va a pasar en un año, tres, cinco o quince, pero entra dentro de las posibilidades que pase. En ese caso, como todo, habrá que planificarlo. Hay que ver qué, cómo, cuál es el mejor instrumento para hacerlo, porque al final, cuando una persona compra parte de las acciones de una empresa, ya es dueño al 100% de la parte que ha comprado y puede opinar igual que tú y tomar las decisiones dentro del consejo de administración y del devenir de la empresa. Por lo tanto, es muy importante, como todo en la vida, con quién te cases, porque si te sale mal, es problemático.

Global Exchange está en 20 países.
Global Exchange está en 20 países.

Su negocio está en el efectivo de los viajeros. Cada vez se paga más con tarjetas, incluso con móviles. Denos una exclusiva. ¿Cómo se está preparando Global Exchange para hacerle frente a esta nueva ‘amenaza’?
Esa es la amenaza de largo plazo, pero no creo que sea antes de 50 años.

¡Largo me lo fía!
Sí, porque tiene que ser todo el mundo…

¡Claro! No todo el mundo es primer mundo.
Eso es.

 

[pull_quote_center]El eterno problema de nuestro país es la gestión pública que no la controla nadie, ni nadie pide responsabilidades[/pull_quote_center]

[dropcap]G[/dropcap]lobal Exchange patrocina, junto con Feltrero, la exposición: “Scripta: Tesoros Manuscritos de la Universidad de Salamanca, que se expondrá del 4 de mayo al 4 de junio en Madrid, en la Biblioteca Nacional, para conmemorar el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca.

Usted viaja muchísimo. ¿Cómo ve Salamanca cuando regresa?
La veo muy bonita. Fenomenal para vivir y para trabajar…

Que escasea en Salamanca…
Discrepo. Podemos buscar alternativas. Hace 21 años decidí ponerme a trabajar y buscar esas alternativas. Si yo he conseguido tener una empresa mediana en estos años, viniendo de mi pueblo, que es Fuentes de Oñoro, no sé por qué el resto de las personas no pueden hacerlo. A mí Salamanca no me ha quitado nada por ser salmantino, tampoco me ha dado nada, pero es que las ciudades ni te dan, ni te quitan.

Sería suficiente con que lo facilitaran…
Es muy fácil refugiarnos en la disculpa de que en Salamanca no hay nada. Pero, ¿tú qué haces porque haya algo?

Parafraseando a Kennedy… pregúntate que puedes hacer tú por tu país
Nosotros tenemos en Salamanca la central de Global Exchange y trabajamos y vivimos unas 130 personas. En Salamanca se vive mejor que en Madrid y por eso la central está aquí .

¿Siempre quiso ser empresario?
Sí. Es vocacional. Es lo que he querido ser y es lo que soy. Me lo paso muy bien haciendo lo que hago. Disfruto, soy feliz. ¡Qué más se puede pedir! Soy un tío que ha llegado a hacer lo que desde siempre quiso hacer.

Además, es usted el alcalde de su pueblo…
Sí, lo soy y me gustaría acabar con la cultura de que hay que regalar todo. En los últimos 25 años, en España nos hemos acostumbrado a que todo tiene que ser público y no nos damos cuenta que lo público significa que nos cobran más dinero las administraciones a través de los impuestos que son los que pagan las calles, las fiestas…

Explíquese.
Por ejemplo, a mí me da repelús que el Ayuntamiento de Fuentes de Oñoro se gasta 30.000€ en hacer la fiesta un 15 de agosto. Tiene necesidades más importantes donde invertir ese dinero.

Isidoro Alanís.¿Cómo se define como político?
Soy de derechas, liberal, incorrecto,… Ahora mismo, la política en España está pasando por un momento en el cual todo es lo mismo, todo es el mismo estándar… Soy político por equivocación.

¿Eh?
Sí. Hace 10 años, un grupo de personas decidimos hacer algo por nuestro pueblo, porque estaba hecho una verdadera porquería y nos liamos la manta a la cabeza y continuamos… De eso hace 10 años.

¿Cómo ha cambiado Fuentes de Oñoro en esta década?
Ha cambiado mucho. Encontré un pueblo con 2.200.000€ de deuda, ahora tenemos 600.000€. Es decir, para empezar, los vecinos deben menos, que eso es muy importante, porque la deuda ha sido una obsesión para nosotros. Además, es en la década que más se ha hecho por el pueblo. Y nos preguntamos, si nosotros hemos bajado la deuda en 1.600.000€ y hemos ejecutado muchas más obras. ¿Qué hicieron los otros con el dinero? Es el eterno problema de nuestro país, la gestión pública no la controla nadie, ni nadie pide responsabilidades.

(Silencio)

Por curiosidad, Isidoro. ¿A qué huele el dinero?
Es un olor muy característico. Lo compruebas cuando entras en un búnker donde hay 2 o 3 millones en efectivo. Es un olor a rancio. No huele bien. Es de humedad, de suciedad, porque el dinero es muy sucio. Ese sería el olor físico. Si nos vamos al metafísico, el dinero huele a… Lo que cada uno quiera.

2 comentarios en ««El dinero huele a rancio»»

  1. Estimado Isidoro…gran entrevista…si en Salamanca hubiera más «emprendedores» como Vd. quizás la juventud no tendría que irse a buscar su vida a otros lugares.

    Por añadir algo…simplemente recordar a lo que decía la famosa Escuela de Salamanca sobre el dinero…y es que tiene muchas virtudes…y defectos…pero una característica muy importante es que «vale igual en el bolsillo del pobre que del rico»…la diferencia está en la «cantidad».

    Saludos y a seguir así, tirando del carro, apoyando a su pueblo, apoyando a Salamanca y a su Universidad…que su empresa sí colabora cuando se lo piden.

    Responder
  2. ¡Un personaje del que se puede sentir orgulloso Salamanca! ¡Sin campanas ni cañonazos! ¡Un gran ejemplo de lo que se puede conseguir con esfuerzo y trabajo!
    La entrevista, tan brillante como siempre. ¡Enhorabuena!

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