Millones en la caja listos para invertir, pero la Diputación no ejecuta el presupuesto destinado a obras y puesta en marcha de servicios en los pueblos de la provincia
La Diputación de Salamanca sólo ha ejecutado, en los dos últimos años, el 27% de las inversiones en infraestructuras contempladas y previstas en los Presupuestos de la institución provincial.
«Esto quiere decir que en los dos últimos años sólo se han ejecutado en obras veintiséis millones de euros de los noventa y cuatro millones que tenía presupuestados, dejando en caja y sin destinarlos a obras y servicios, algo de lo que tan necesitados están todos los municipios de la provincia, sesenta y ocho millones de euros«, explica Francisco Martín del Molino, portavoz socialista.
Los datos expuestos «constan y figuran en la propia Diputación». Los socialistas no entienden el por qué y sólo encuentran una explicación: «la nefasta gestión que se está realizando Javier Iglesias, presidente de la Diputación», al que atribuyen «la parálisis institucional. Deja pasar el tiempo sin ser capaz de poner soluciones a pesar de conocer los problemas” calificando tanto la actitud del equipo de gobierno como la de su presidente de “un pasotismo total”.
Martín del Molino ha resaltado la importancia que tiene, sobre todo en una provincia como Salamanca, la inversión del dinero de carácter público por parte de las instituciones, y muy especialmente en una época de crisis como la actual, y esto es algo que la Diputación salmantina no entiende o no ha entendido.
“El equipo de gobierno del PP no entiende que la mejor manera de luchar contra el paro y la despoblación es ejecutando las inversiones y las obras presupuestadas y aprobadas”. Y se ha preguntado. “¿Cuántos empleos se podrían haber creado, y cuanto servicio a los ciudadanos se podría haber dado, si se hubieran ejecutado esos 60 millones de euros que están sin ejecutar?”, dinero que existe, contante y sonante que esté retenido en la caja.
El diputado socialista ha puesto como ejemplo, para demostrar la veracidad de estas afirmaciones, que programas como el POE, Programa de Optimización Energética, todavía no tiene resuelta la convocatoria del 2016, es decir, todavía se desconocen los pueblos beneficiados con esta convocatoria. Algo que también ocurre con programas como el de arreglo de caminos, adecentamiento de cauces de ríos y arroyos, o la extensión y cobertura de nuevas tecnologías.