La reforma fiscal aprobada por el Consejo de Ministros este viernes supondrá una rebaja media del IRPF del 12,5 por ciento aplicable en los dos próximos años, pero los técnicos de Hacienda consideran que las rentas altas serán las más beneficiadas, mientras que la clase media apenas sí notará el descenso.
La subida de impuestos de 2011 se aplicó de golpe, pero la rebaja anunciada por el Gobierno se producirá en dos plazos (las dos terceras partes en 2015, año electoral, y el resto en 2016), y será más pronunciada para las rentas más altas.
La tarifa del IRPF pasará de tener siete tramos a sólo cinco, con un tipo mínimo del 19 por ciento en 2016 y uno máximo del 45% (hasta ahora eran el 24,7 por ciento y el 52 por ciento, respectivamente).
El Sindicato de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) asegura que los principales beneficiarios de la reforma no sumarán más de 73.000 contribuyentes. Por su parte, los 11,5 millones de trabajadores y pensionistas que ganan menos de 11.200 euros anuales apenas notarán los efectos de la rebaja fiscal, ya que ahora no tributan. «El Gobierno, al no bajar otros impuestos que soportan los ciudadanos, como el IVA o los impuestos sobre los Hidrocarburos o la Electricidad, no puede afirmar con la rotundidad que lo hace que la presión fiscal haya bajado para todos. Tampoco podemos hablar de una reforma integral del sistema fiscal sino sólo parcial», señala Gestha en un comunicado.
Impacto amortiguado
Gestha explica que la rebaja en el primer tramo de la escala del IRPF y el aumento de las cuantías de los mínimos personales y familiares afectan a todos los contribuyentes por igual, por lo que los 8,8 millones de ciudadanos que cobran entre 12.450 y 33.000 euros amortiguarán el impacto de la rebaja fiscal de las grandes fortunas, con un aumento de sus tipos de entre 0,25 y 1 punto sobre la tarifa vigente.
Gestha agrega que la progresividad es la «gran perjudicada» de la reforma al simplificar de siete a cinco los tramos actuales del IRPF.
IVA y Sociedades
La reforma fiscal no toca el IVA y también rebaja la fiscalidad sobre las rentas del capital, que pasarán a estar gravadas con un tipo mínimo del 19% y uno máximo del 23%, cuando hasta ahora soportaban un tipo mínimo del 21% y uno máximo del 25%.
El Impuesto de Sociedades pasará en estos dos años del 30% actual al 25%.