La Universidad de Salamanca ha anunciado este miércoles la cancelación anticipada de su deuda histórica, cuya cantidad real ascendía a 87 millones de euros. La Universidad tenía calculado acabar con esta deuda en el año 2030, pero han sido capaces de liquidarla este año y lograr sanear sus cuentas.
El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, el vicerrector de Economía, Ricardo López, y el secretario general de Educación, Juan Casado, han anunciado en la mañana de este miércoles que la Usal ha conseguido cancelar anticipadamente su deuda histórica. Este hecho no habría sido posible de no ser por la ayuda de la Junta de Castilla y León, con quien firmaron un acuerdo de saneamiento de cuentas en el año 2008. La deuda de la Usal ascendía, en total como grupo, a los 87 millones de euros, tras comenzar a tener pérdidas a mediados de los años 90.
Este hecho se ha logrado gracias a la aportación de la Junta, de 20,3 millones de euros, y el rigor financiero de la Universidad, que aportó 33,7 millones de euros, según datos facilitados por Juan Casado. Pese a que el acuerdo preveía finalizar la deuda en el año 2030, la Universidad ha conseguido finalizar antes gracias a la aplicación de medidas de forma rigurosa. De las tres universidades que fueron saneadas en Castilla y León, junto a la de León y la de Burgos, ha sido la primera en cancelar su deuda.
Ricardo López ha destacado que esta situación económica de la Usal permitirá disponer de una mayor financiación adicional para programas de mejora académica. Se podrán invertir en estas acciones los 5 millones de euros que se estaban dedicando hasta ahora a la amortización de deuda. Por su parte, el rector ha añadido que esta situación de solvencia permitirá políticas más amplias y generosas en la plantilla. “Estamos completamente en la vía del saneamiento financiero”, ha declarado.
Sin embargo, esta solvencia no se verá materializada en una bajada de las tasas de matrícula a no ser que la Junta no destine más dinero para equilibrar el coste real de la educación universitaria. Pese a que dichas tasas son 180 euros más caras en Castilla y León que la media española, los estudiantes solo aportan un 15% del valor de matrícula.
Texto y foto: Paula Castro Morán