A eso de las once los ledesminos vivieron unos momentos de angustia durante los espantos que se celebran con motivo del Corpus. Un hombre de 62 años que se encontraba en el recinto, creyendo que ya habían pasado todos los toros, fue alcanzado por uno de los animales que iba en la retaguardia y embestido repetidas veces.
Por fortuna no recibió ninguna cornada aunque sí varios golpes y por ello fue trasladado a Salamanca. Además de este incidente, a otro hombre más joven lo cogió una de las bestias, pero no necesitó ser trasladado y lo atendieron allí mismo. En el primer festejo taurino de la mañana, un vecino de Rollán fue volteado también por las vaquillas de primera hora.
La villa de Ledesma había visto llegar una hilera de coches de los pueblos de alrededor, pues los vecinos no querían perderse tan vistoso espectáculo. Los más atrevidos se divirtieron mientras los perseguía el bravo animal, y otros se apresuraban a resguardarse tras las vallas. Los espectadores buscaban el mejor sitio para disfrutar de esta tradición tan propia de la villa y, como es costumbre, tomaron huevos con limón en compañía de familiares y amigos protegiéndose del sol acuciante de esta mañana de junio. Todo esto al son de las charangas ledesminas.
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