La Policía Local de Salamanca desalojó este viernes de madrugada dos pisos donde se celebraban sendas fiestas de estudiantes, por exceso de ruidos.
En total 41 personas fueron obligadas a abandonar ambos pisos. A las dos y cuarto, una patrulla policial acudió a la calle Gonzala Santana, atendiendo los requerimientos de vecinos, ciudadanos y camareros de un establecimento cercano, ya que desde el balcón de una segunda planta se habían arrojado vasos de plástico y bebidas a los viandantes.
Los ruidos y gritos procedentes de la vivienda eran perfectamente audibles desde la vía pública. En su interior se encontraban treinta personas, casi todas ellas estudiantes sudamericanos que celebraban una fiesta y que abandonaron el inmueble, aunque con algunos incidentes que alteraron de nuevo el descanso de los vecinos.
La Policía Local identificó a dos universitarios de nacionalidad peruana, ambos de 22 años de edad, como arrendatarios responsables del piso denunciado, que deberán hacerse cargo de las sanciones correspondientes, tanto las relativas a los ruidos emitidos como a los actos vandálicos que se cometieron.
Por otra parte, las protestas de los vecinos de un segundo inmueble, ubicado en la calle Doñinos, debido a los ruidos y a la música a todo volumen que procedían de una vivienda con once jóvenes en su interior, así como el trasiego bullicioso de otros entrando y saliendo de la misma, motivó también su desalojo a las tres menos cuarto de la madrugada.
La Policía Local filió al inquilino titular de la vivienda, un joven granadino de 23 años y, como en el caso anterior, dará curso a las posibles infracciones a la ordenanza municipal de Protección de la Convivencia Ciudadana.