[dropcap]T[/dropcap]e ha pasado seguro. Te encuentras delante de Alguien Rodríguez y te muestra su inquebrantable necesidad de hacerte saber, inmisericorde desde su total (…mente dudosa) supremacía. Por suerte (mala), será debido a que le falta cierta fe en su juego, por eso tendrá a bien explicarte todos y cada uno de los secretos del universo, haciendo especial hincapié en los tuyos. En realidad, hace tiempo que dejó de ser jugador, se hizo árbitro. No confía en su técnica así que hará ostentación del título que le acredita como propietario del Libro de las Leyes y las Reglas. Podemos ayudar.
Alguien Rodríguez siempre lleva el silbato y las tarjetas consigo, es el defensor de las normas. Deben aceptarse, son inopinables, Alguien dixit. Su mayor fortaleza radica en esa insaciable capacidad para explicar cómo y cuándo hayque. Paradójicamente, es nuestra mayor oportunidad. ¿Sabes? Te está abriendo sus puertas siempre y cuando no necesites apostar todo tu ego en cada sencilla (o estúpida) diatriba que se te presente por el simple hecho de estar vivo, claro. Y supongo que lo estás, porque tengo la Ouija sin saldo. No hay nada que nos guste más que tener la razón. Corrijo, que nos la den, ya que tenerla, con frecuencia es irrelevante.
Alguien Rodríguez, sigue de cerca tu jugada, escudriña tu desempeño, juzga si haces falta o no y siempre, siempre, barrerá hacia el equipo de casa, por puro arbitrio. No lo dudes, cuenta con ello. No es que sea un mal juez, es que probablemente es un sujeto humano y eso, suele ser muy subjetivo. Y sujeta.
Con Alguien Rodríguez hay que procurar estar dentro del (su) propuesta. Que no te pille en fuera de juego, ya que todo lo que sucede una vez que el banderín ha sido izado en la banda no sirve de nada. Da lo mismo que puedas regatear a todos los jugadores del equipo rival y marques un gol antológico. No subirá al marcador. No es que te lo anulen, es que tus quiebros dejaron de contar hace rato. Por eso es importante mantenerse dentro de la línea que marcan los colegiados.
Nocivo salir del juego a golpe de impulso. Embaucador dejar de elaborar la jugada para tratar de llegar a la red lo antes posible. Porque sí, es cierto que la línea recta es la más corta, pero no, no tiene porqué ser la más rápida. A golpe de impulso decía, ese que nos empuja a defender nuestro supuesto saber, nuestra supuesta historia (no puedes perder ninguna de las dos en ninguna circunstancia, imposible)… Esa estrategia puede llegar a ser más problemática que funcional, nos invita a vernos en brillante armadura, a lomos de un poderoso corcel listo para lanzarnos a la batalla con brío. – ¡Con quien crees que estás hablando! – relinchas… En serio, imposible vencer a un rival en su propio juego, con su propio tablero.
Nadie quiere la camiseta del árbitro. No caigas en fuera de juego. Juega sin hacer falta.
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