Un trabajo desarrollado por científicos del Centro de Investigación del Cáncer y del Departamento de fisiología y farmacología de la Universidad de Salamanca, ha permitido descubrir que la diana antitumoral conocida como Plk1 participa tanto en procesos tumorales como en la regulación de la estructura y función de los vasos sanguíneos.
Los fármacos contra Plk1, los cuales están actualmente en fases de investigación clínica con pacientes, son una fuerte promesa para el tratamiento de tumores como la leucemia mieloide aguda.
No obstante, el trabajo alerta sobre la posibilidad de que estos fármacos puedan provocar efectos colaterales negativos desconocidos hasta este momento como son aneurismas, roturas aórticas y cambios en la presión arterial de los pacientes.
Estos resultados tendrán implicaciones en el rediseño de estos nuevos tratamientos y los protocolos asociados a su uso futuro en la clínica.