Mozart, Verdi, Wagner, Rossini y Ponchielli ‘compiten’ en la Plaza Mayor

Las oberturas de Las Bodas de Figaro, Nabucco, Rienzi, El Barbero de Sevilla, la urraca Ladrona y el preludio de Un baile de máscaras fueron el ‘banquete’ que ofreció maravillosamente servido por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León

Andrés Salado, el director que dirigió a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en su concierto en la Plaza Mayor, señaló que maridan muy bien la música clásica con las plazas. «La acústica es muy distinta a la de un teatro, pero es un regalo ver a personas sentadas disfrutando de la música a otros sentados en las terrazas tomando una cerveza y a niños jugando al balón«.

El hecho de tocar al aire libre también les ha dado alguna que otra sorpresa. «Los pájaros nos dejan sus regalitos en las partituras. Bromas al margen, es maravilloso acercar la música clásica a todo el que se quiera acercar hasta aquí», puntualizó Andrés Salado.

Y es que para abrir boca y centrar al público en el gran concierto, la obertura de Las Bodas de Figaro, para continuar con Nabuco y Rienzi, como plato principal, El barbero de Sevilla y Un baile de máscaras, el postre: La Gioconda: Danza de las horas y de sobremesa, La urraca ladrona.