Villoruela llegó al día grande de sus fiestas patronales agasajando a sus vecinos y visitantes con una gran paella popular.
Se repartieron unas 1.500 raciones de paella y parecía que se iban a quedar cortas debido a la enorme cola que se formó en la zona de acampada, junto al campo de fútbol de hierba natural.
Pero hubo para todos y para algunos recipientes que parecía iban a dar de comer a un regimiento.
Todo ello regado con limonada (sangría) y pan del pueblo, que no la iba a la zaga.
Fue un apetitoso alto en el camino de un día que amaneció a las 8 con la alborada popular con la charanga El Tinglao, que recorrió las peñas cuando apenas habían acabado la fiesta nocturna. El concurso morfológico de galgos Villroeula 2017 comenzó a las 10.30 en el pabellón municipal y una hora más tarde llegó el segundo encierro infantil de programa tras el que se disputó la final de bolos clásicos.
Por la tarde, y una vez digerida la paellita, hubo juegos gigantes en El Pichachón (17.30 horas) y guerra de colores a las 18.30 horas.
Ya a las 19.30 horas el segundo encierro del toro del cajón. A las 00.30 horas estaba fijada la verbena con la orquesta Elite.
El domingo cobran protagonismo los actos religiosos, con la misa a las 12.45 horas seguida de procesión. Por la tarde habrá una concentración de coches clásicos en la plaza del pueblo (17 horas), a las 19 horas un festival de pelota a mano y a las 23.30 la verbena en la plaza con la orquesta Lokura.