[dropcap]T[/dropcap]ienen en su ‘disco duro’ entre cincuenta y setenta canciones desde pasadobles, a los últimos hit del momento, pero siguen siendo los clásicos Clavelitos o Triste y sola se queda Fonseca las canciones que más demanda el público a los integrantes de la Tuna de Medicina que de domingo a jueves protagoniza la banda sonora de las noches de verano en la terraza del Berysa en la Plaza Mayor
Todos los que conforman la Tuna de Medicina son estudiantes. «Tocar en la Plaza es muy especial, conocemos a muchas personas. Es un máster para la vida», explica Rodrigo Sobrino, presidente de la Tuna de Medicina.
Sus actuaciones comienzan a las 21.30 horas y concluyen a las 23.30, arrancan con fuerza con el pasadoble Cintas, con cuya canción también concluyen. «Muchas personas se nos acercan y nos dicen que ellos fueron tunos o sus hijos», puntualiza Rodrigo.
Le comentamos que no todo el mundo entiende la filosofía de ser tuno. «Nosotros somos partidarios de que el tuno tiene que ser durante sus años como universitario, luego no tiene mucho sentido», señala Víctor Alonso, miembro de la Tuna de Medicina, aunque él es de los pocos que no estudia Medicina, sino Estadística.
Ellos se sacan unos euros trabajando en verano y además viven estos meses de descanso de una manera distinta. «Durante el año estudiamos, aunque también vamos a rondar a las chicas, pero cada vez tenemos menos demanda», se lamentan los tunos que aseguran que intentan comportarse y molestar lo menos posible.
Por curiosidad. ¿Se liga mucho como tuno?
(Risas) No se liga tanto. Es una fama que tenemos, pero el hábito no hace al monje.
Independientemente de si le tiran los tejos o no, lo que sí hacen es posar y muchas veces a lo largo de la noche. «Nos hacen infinidad de fotos», comentan.
A principio de curso, pasarán por las clases de las facultades ‘reclutando’ a nuevos tunos para la agrupación. «Cada vez lo tenemos más complicado».
¿Por qué recomendarían entrar a formar parte de una tuna?
Porque te relacionas con muchas personas de distintas culturas y es un gran aprendizaje para la vida. Es una experiencia estupenda.
La Tuna de Medicina lleva casi dos décadas amenizando las noches de verano en la terraza del Berysa y este domingo lo volverá a hacerlo y así hasta septiembre. Sonarán los acordes de Clavelitos y los tunos volverán a entonar aquello de Clavelitos de mi corazón…