El Festival Internacional de Blues de Castilla y León cumple su mayoría de edad con una nueva edición que congrega en Béjar a miles de bluseros procedentes de toda España en la plaza de toros de El Castañar
Cuando se aproxima el mes de julio, la vida suena a blues y si encima es en Béjar, pues para qué contarte. Béjar huele a sierra, a calderillo, a nieve, pero cuando huele a blues … ni las viejas fábricas textiles pueden resistirse a lo que cada año pasa en la plaza de toros más antigua de España. Dicen que uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y esto es lo que sucede cada año en El Festival Internacional de Blues de Castilla y León (FIBBER 2017), que en esta última edición ha alcanzado su mayoría de edad.
Y es que la vida se ama cuando, sobre la piedra caliente del coso y bajo un gran manto de estrellas, cierras los ojos y suena la guitarra de Laurence Jones en un apoteósico final que enloqueció a los fieles a esta cita. Otro de los platos fuertes fue Zac Harmon, que hizo vibrar a un público procedente de diferentes rincones del país. King Solomon Hicks, el blues más puro de Delta Moon y el peculiar estilo de Larry McCray pusieron la banda sonora a un espectacular atardecer al más puro estilo festivalero.
Los chicos de Wax & Boggie, una de las bandas mejor valoradas del panorama blusero nacional, del rhythm and blues y del boogie woogie, fueron los encargados de ir calentando motores en la noche del viernes para dar paso a la impecable puesta en escena de la banda original que acompañó a James Brown, The JB’s James Brown Original Band, en uno de los momentos más esperados en la plaza bejarana, más conocida como “La Ancianita”.
La Banda del bluesman Saron Crenshaw y la electrizante actuación del teclista australiano Lachy Doley cerraron la primera jornada de este festival que cada año congrega a más amantes del blues de todas las edades en un claro ejemplo de amor por la música en un entorno incomparable.
Dieciocho años en los que El Festival Internacional de Blues de Castilla y León ha sabido transmitir la pasión por este género, consagrándose así como uno de los festivales más importantes de nuestro país y por el que pasaron más de 8.000 personas.
Por: Almudena Peña