Opinión

Lo que no nos cuentan

La Caravana Frontera Sur y su viaje para ayudar a los necesitados.

 

[dropcap]U[/dropcap]n año después de la visita a tierras griegas, Caravana Frontera Sur da comienzo a las puertas del Congreso, en la Carrera de San Jerónimo; el lugar en el que finalmente las problemáticas que denunciamos serán discutidas.

 

Ya lo han sido, y ya sabemos el resultado: el desinterés absoluto por parte del gobierno y la evasión de responsabilidades, en cuanto a la acogida de refugiadas; e relación a la Frontera Sur, defensa cerrada de las ilegales devoluciones en caliente y silencio sobre las estrategias de pagar a Marruecos por violar los DDHH de las personas migrantes antes del intento de cruzar a España; sobre los Centro de Internamiento de Extranjeros (CÍE) mejor ni hablar, pues el propio Ministerio reconoció las deplorables condiciones en que se encuentran la mayoría.

La Caravana Frontera Sur queremos visibilizar estos problemas no resueltos. En Madrid, en el Congreso y en nuestro camino hasta Melilla, visitando los CÍE de Algeciras, Tarifa o el Puerto de Málaga, son algunas de nuestras paradas, antes de llegar a la zona de excepción europea, donde los DDHH no son una realidad, sino papel mojado.

En nuestro camino hacia el Parlamento de Andalucía, donde nos recibirán colectivos locales e incluso el Defensor del Pueblo andaluz, nos llega una noticia: una persona senegalés estaba siendo deportada por Vueling-Iberia y varias personas, indignadas por la situación, pararon el vuelo programado desde Barcelona.

image1Finalmente, fueron retenidas por la policía e identificadas, impidiéndoles volar hacia Senegal, mientras se producía la deportación. Multas y represión es lo que toca. Por esa razón, la Caravana ha acabado desplazándose hasta el Aeropuerto de Sevilla, con el fin de bloquear las oficinas de Iberia y protestar por la situación, interponiendo las reclamaciones correspondientes; quizá sea la hora de boicotear también a Vueling, tal como se ha promovido por la Campaña contra los CÍE y los Vuelos de Deportación durante los últimos años.

La noche antes, en la Alameda de Hércules, colectivos y movimientos sociales de Sevilla nos recuerdan cuál es el camino, por qué estamos aquí y la relación con las luchas feministas o del pueblo saharaui y palestino, conocedores de primera mano de lo que es la guerra, la desesperación y la frustración por la continua vulneración de la legalidad internacional de los Estados y el sufrimiento de las poblaciones refugiadas y migrantes. El Defensor del Pueblo nos recuerda que estamos luchando por derechos conseguidos hace décadas, firmados y ratificados en tratados internacionales, compromisos hoy violados por los estados europeos sin rubor.

image1 (1)El día finaliza en el CIE de Algeciras, una antigua prisión, actualmente en situaciones de habitabilidad tan lamentables, que hasta el propio comisario jefe de la policía nacional reconoce la estupidez de gastar dinero en reformas. Esperando al inicio de la protesta aparece una furgoneta, detrás 6 hombres provenientes de pateras, traen cara de pocos amigos, nos ven y sonríen; quizá no estemos solos piensen. Todavía corre la sangre por las venas de nuestros pueblos: castellanos, leoneses, valencianos, vascos o catalanes gritamos juntos contra la intolerancia y por el fin de las fronteras, este no es el país de los políticos, es el nuestro, el de la gente de abajo. Todavía hay esperanza.

Por: Fernando de De Castro Cardoso

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