A raíz del homicidio imprudente ocurrido el pasado día 26 de febrero de este año en el Camino Nº 3 de Santa Marta de Tormes, frente a la finca “Los Galgillos” en el que varios perros de razas potencialmente peligrosas atacaron violentamente a un hombre hasta que acabaron con su vida, el Seprona de Salamanca llevó una serie de investigaciones relativas al control administrativo de identificación y expedición de los Pasaportes de Animales de Compañía perteneciente a perros de razas potencialmente peligrosos.
Según las averiguaciones desarrolladas en el marco de la “Operación Maxil” se verificaron ciertas irregularidades en la grabación informática del censo de animales de compañía del Sistema de Identificación de Animales de Compañía de Castilla y León (SIACyL) practicadas por los veterinarios que daban de alta a los animales en la base informática, así como las inexactitudes identificativas de la razas de perros cruzados con alguna de las razas catalogadas como peligrosas, puesto que la normativa vigente exige a los veterinarios hacer constar, en los casos de cruce interracial canino, la presencia de la raza peligrosa observada en el ejemplar.
El objetivo de estas prácticas fraudulentas era ocultar la verdadera raza dominante en el mestizaje del animal que ampara el documento y perteneciente a una raza potencialmente peligrosa, por otra raza no peligrosa, de esta se manera exoneraba al propietario y poseedor del animal de cumplir los requisitos legales para obtener licencia de tenencia de animales, certificado de aptitud psicológica y la adopción de medidas de seguridad que hay que tomar con esta clase de perros.
Hasta el momento se han controlado alrededor de un centenar de canes y se ha puesto a disposición judicial en calidad de investigados a dos veterinarios, no descartándose la participación en los hechos de más profesionales puesto que las investigaciones siguen abiertas.