– ¡Mamá, me quiero vestir yo solit@!
-Está bien, pero date prisa, que vamos a llegar tarde al colegio.
Pasa media hora y todavía no ha llegado a la cocina a desayunar. Su madre se asoma por la puerta de la habitación y ve como se pelea por ponerse los calcetines y todavía sin el pantalón, ni los zapatos.
– Déjame, que te acabo de vestir, que sino seguro que llegamos tarde. Además. te has puesto la camiseta del revés. Y hoy te doy yo de desayunar. –
– Jo mamá, quiero hacerlo yo – responde
– Ya lo sé, pero no tenemos tiempo, ya lo harás otro día o cuando seas más mayor, no pasa nada.
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Esta es una situación que puede darse en nuestros hogares. Es cierto que en el mundo actual en el que vivimos, de prisas, de estrés, no tenemos cabida para tardar cinco minutos más en hacer algo, pero también es cierto que es muy importante darles autonomía a nuestros hijos ya que implica ayudarles a convertirse en personas responsables.
Al darles más autonomía a nuestros hijos hacemos que tengan mayor capacidad de concentración, seguridad en si mismo, motivación de logro al conseguir hacer cosas por ellos mismos. Desarrollan el razonamiento lógico, la disciplina interna, favorece la psicomotricidad, la conducta prosocial, la autoestima y el autoconcepto y el éxito social.
Pero, ¿cómo favorecer que mi hijo sea más independiente?
La mayoría de los niños funcionan muy bien con rutinas, por tanto, lo ideal será conseguir que los hábitos de higiene, alimentación, vestido, se conviertan en rutinarios.
Para enseñarles podemos seguir las siguientes pautas:
- Decid al niño qué es lo que queréis que haga y preparad lo necesario.
- Lo primero es decidir lo que razonadamente le vais a pedir, evitando pensamientos como: ‘prefiero hacerlo yo que lo hago antes y mejor’.
- Las tareas que vayamos a pedirles tienen que ser adecuadas a su edad y tenemos que ser constantes con los hábitos y hacerlo en todos los lugares y de igual forma con papá y con mamá.
- Preparad lo necesario. Por ejemplo, si le vamos a exigir guardar sus juguetes, hay que prepararle un lugar adecuado.
Explicadle la tarea tiene que hacer y cómo debe hacerlo.
Tenéis que explicadle muy claro y con pocas palabras, qué es lo que queréis que haga, dándole seguridad: “desde hoy vas a ser mayor y te vas a lavar la cabeza tú solit@, sé que lo vas a hacer muy bien”.
Los padres lo haréis primero para hacer de modelo y tendréis que aseguraros de que comprende bien las instrucciones
Es muy importante que practique todas esas tareas. Al principio hay que ofrecedle muchas ocasiones de práctica.
Les recompensaremos los primeros avances mediante elogios: “Lo has hecho tu solo, que mayor eres”, ya que les motivará para seguir practicando
Ayudarle en todo lo que necesite y poco a poco ir disminuyendo la ayuda. Es necesario organizarnos bien y tener tiempo suficiente para hacer las tareas ya que las prisas no son buenas.
Hay que revisar cómo va realizando lo que le pedís. Si un niño está aprendiendo a ponerse los zapatos, tenéis que revisar que están bien puestos, cada uno en su pie y de forma adecuada. Si no está del todo bien, decidle en qué puede mejorar.
Elogiar y alabarles que han realizado la tarea ellos solos.
En Centro Esnia ayudamos y asesoramos a las familias para que sus hijos sean más independientes y ayudamos a los niños en los problemas o dificultades que puedan tener en las actividades de la vida diaria.