La gastronomía salmantina es muy rica y variada. Hoy hablamos de lo que todos deseamos comer pero que controlamos porque hay que mantener la línea, los dulces salmantinos. Date un capricho o sueña con él.
Chochos Charros
Un dulce típico que a todo español llama la atención por su característico nombre cuando pasea por el centro de la ciudad y ve el cartel que dice “Chochos típicos de Salamanca”. Se trata de una especie de peladilla con sabor a canela, generalmente de color blanco y duros. Su origen se desconoce y su elaboración es completamente artesanal. Aunque por internet podemos encontrar la receta, las pastelerías donde se elaboran guardan muy bien el secreto y lo transmiten de generación en generación. Tienen su versión salada en lo que el resto de mortales llama altramuces.
Perrunillas o perronillas
Aunque lo correcto es decir perrunillas, en Salamanca siempre se escuchará perronillas. La palabra es el diminutivo de perruna, una torta que se le daba a los perros durante la trashumancia hechas con harina sin cernir (tamizar). Este dulce típico se hacía en las casas cuando había alguna celebración como la navidad o las fiestas patronales de los pueblos. En todos los rincones de la provincia encontraremos este dulce y antiguamente se hacían en los hornos de leña, aunque en los años 60 pocas casas tenían este tipo de hornos, por lo que tenían que ir a casa de la vecina que tuviese o al panadero. Con cinco sencillos ingredientes ya tenemos este delicioso aperitivo: harina, manteca, huevo, azúcar y almendras.
Rosquillas de Ledesma
Un producto que se lleva elaborando desde 1850 y desde entonces siguen la misma tradición, es decir, se hacen de manera artesanal y con la receta original, la cual sigue siendo un secreto ya que se ha transmitido de generación en generación. En un principio solo se vendían en Ledesma, pero hoy en día, no solo se distribuyen por Salamanca, sino que también se pueden encontrar en otras ciudades de España. Se caracterizan por su tamaño pequeño y por utilizar ingredientes totalmente naturales, no llevan ni conservantes, ni colorantes, ni grasas saturadas.
Almendras garrapiñadas
Aunque parezca mentira quienes descubrieron este dulce fueron los árabes. Pero se comenzaron a difundir gracias a las monjas clarisas en su convento en Salamanca. En este convento una de las hermanas descubrió la receta perfecta para que las almendras garrapiñadas tuviesen el toque exacto al almíbar. Otra de las monjas fue la que se saltó las normas y distribuyó la receta a todo aquel que compraba una cajita de almendras. Por eso es hoy por todos conocida y aunque no sean las fiestas de Salamanca no necesitamos ir a un puesto para disfrutar de este dulce.
Bollo maimón
Este dulce es típico de Salamanca, aunque también se puede encontrar, en menor medida, en León y Zamora. Su origen es algo dudoso y disputado por dos religiones, musulmanes y judíos. Los primeros aseguran que es suyo porque la palabra ‘maimun’ en árabe es feliz. Mientras que los segundos afirman que el creador fue Rebí Maimón. Tradicionalmente se le conocía como Rosco de bodas salmantino o Dulce de esponsales porque estaba presente en las bodas salmantinas, cada invitado esperaba a que se le sirviera un trozo y lo tenía que mojar en chocolate, así mostraba su proximidad a la nueva pareja y les deseaba la felicidad en el matrimonio. Luego también en las comuniones, en las fiestas del pueblo,…
Texto: Ana Pedraza
1 comentario en «Endulza la semana con un postre típico de Salamanca»
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