La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha habilitado esta posibilidad a través del servicio de respuesta inmediata SERI, lo que evitará a cualquier persona que ya tenga reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33 % tener que acudir a los centros base de atención a personas con discapacidad, como tenía que hacer hasta ahora si necesitaba este certificado.
El certificado de discapacidad es un documento administrativo que sirve para acreditar la condición de persona con discapacidad a requerimiento de un organismo oficial o entidad privada que lo precise. En Castilla y León, hay más de 169.000 personas que tienen reconocida una discapacidad igual o superior al 33 % y que pueden beneficiarse de este servicio.
Se puede acceder al SERI a través de la página web de la Junta de Castilla y León. Dentro de esta, en ‘sede electrónica’ se relacionan los servicios de respuesta inmediata, entre los que está incluido el Certificado de Discapacidad.
Puede solicitar el certificado de discapacidad a través del servicio de respuesta inmediata SERI cualquier persona que tenga reconocida la discapacidad en Castilla y León o que haya trasladado su expediente de reconocimiento a esta Comunidad. Esto implica que podrán beneficiarse de este servicio telemático más de 169.000 personas en Castilla y León, que son las que en la actualidad tienen reconocida una discapacidad igual o superior al 33 %.
El 48,2 % de las personas con discapacidad en Castilla y León son mujeres y el 51,8 % son hombres. La mitad de las personas con discapacidad tienen 65 años o más. Por edades, hay 5.692 personas con discapacidad entre los 0 y los 19 años, 15.080 personas entre los 20 y los 39 años, 64.834 personas entre los 40 y los 64 años y 84.031 personas con 65 años o más.
El 57,2 % de las personas con discapacidad presenta una discapacidad física, el 15,9 % una discapacidad por enfermedad mental, el 11,5 % son personas con discapacidad intelectual, el 8,3 % presenta una discapacidad visual y el 7,2 %, discapacidad auditiva. Casi la mitad de las personas con discapacidad, el 44,4 %, vive en entornos rurales.