La tormenta que comenzó alrededor de las seis de la mañana sorprendió a los salmantinos por los potentes truenos y el gran aguacero, pero la ciudad no sufrió grandes desperfectos, salvo pequeñas incidencias.
Una dotación de bomberos acudió a la calle Toro, 1 por desprendimiento de una piedra de la fachada de 40 centímetros, pero no está muy claro que fuera a consecuencia de la tormenta, bien es cierto que pudo influir.
Otra dotación de bomberos acudió a la avenida de Paris a las 8.28 horas para desatacar un gran charco de agua acumulada en la calzada. Esta intervención sí está directamente relacionada con el aguacero.
También se han podido ver árboles con ramas partidas, como las de la calle Arco, pero no hay que lamentar destrozos mayores en el arbolado y mobiliario urbano.