[dropcap]D[/dropcap]e lleno a mi manera en la semana más golfa del año allá donde pazco. Tenía claro escribirte unas palabras de juguete con la idea del I+D+i, c’est a dire, Investigación, Desarrollo e innovación. Esa con la que coqueteamos con snobismo para añadirle un O+T+A final. Porque a lo peor, en realidad hace un montón de tiempo que no se crea nada nuevo. Casi cualquier objeto es la innovación de uno de hace muchísimo tiempo. Quizá puedas acordarte del impacto que tuvo la tecnología auto-reverse en tu vida en su momento… y luego el CD que precedió al mp3 que nos trajo Spotify… A saber cómo será la próxima evo con que nos facilitará lo básico, escuchar música. I+D+i+O+T+As…
Pero sucedió Barcelona y supongo que como a todos, me pilló al traspié. Barcelona. Un lugar… Qué lugar. Bonita como ella sola, abierta como las cosas que están de par en par. Esa personalidad suya, que desde cualquier rincón te advierte que estás en Barcelona. Y si no, pasará un taxi. Negro y amarillo. Viva. Como la gente. Jo, Barcelona. Todo lo que me ha pasado allí ha sido bueno. Siempre me ha despedido con más de lo que yo llevé.
Político no soy. Militante de camiseta, que yo sepa, de nada en absoluto. Me gusta que gane mi equipo, claro que sí, pero pase lo que pase en el partido, saludaré a la mañana siguiente con un café con leche fría. Con doble de azúcar. Lo que sí soy, o creo ser, es muy de escuchar y ver y discutir y tratar de entender las cosas de esas que hacemos los humanos, que nos definen, limitan o potencian como tales. Me fascina ver las reacciones que tenemos, mejores o peores ante un evento cualquiera. De eso es de lo que puedo y quiero escribirte. Sé que es un charco…
Me alarma la facilidad con la que perdemos la perspectiva a veces. La necesidad de encontrar una explicación concreta a cualquier circunstancia, por compleja que sea, de manera inmediata. Una, claro está, que nos deje de pie. He leído cosas impropias de Juego de Tronos estos días. Mis ojos y oídos han sangrado con ciertas cosas, qué abanico de frases célebres… No dejaré constancia por escrito de mi opinión.
Aquel que dice que al ser en Cataluña, psé. Otro que como uno ha dicho eso hay que conseguir la in-inda-indepencia ya. El señor de fe de púlpito agitando la culpa de todo en esos demonios de alcaldesas. Hay otros muy buenos que dicen que si el Rey va, que ellos no, entenderán que los dolores no son compatibles supongo, otro que monta un pollo porque no lo cuentan en castellà (falso), otro que si unos tienen unas nacionalidades y otros otras, quien afirma que estamos en guerra y, bueno, yo no digo que no, pero no tengo claro que sea una de esas de ir a pegar tiros a un sitio en concreto, también el tweet aquel de aquel año…
¿Es ése el nivel de hambre?
Por suerte solo el de unos pocos por mucho que griten. T’estimo Barcelona.
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