Este miércoles quedó desalojado el edificio ocupado de manera ilegal por decenas de familias gitanas.
Las policías Local y Nacional vallaron el perímetro de la edificación en la que se asentaban personas que ocupan ilegalmente las viviendas, dejando únicamente una misma entrada y salida a los inmuebles controlada por agentes de la Policía Nacional y la Policía Local. De ningún modo se permitió el acceso al bloque de viviendas ocupado y, en caso de que se produjera alguna salida, tampoco se permitía el regreso al mismo.
Por otro lado, también se han condenado físicamente los accesos exteriores e interiores al garaje del edificio, así como a algunas de las viviendas que no están ocupadas por ninguna familia.
Al ver el despliegue policial, algunos ya empezaron a recoger sus enseres y llevarlos a otro lugar. A media tarde el edificio estaba desocupado.
Los Servicios Sociales municipales habían analizado la información facilitada respecto de cada uno de los ocupantes para estudiar una posible retirada de las ayudas que percibían algunos de ellos.