Claudia, vendedora en México, le ataron las manos, le vendaron los ojos, le aplicaron descargas eléctricas y la golpearon. Después la ataron a una silla y la dejaron bajo el sol abrasador de primeras horas de la tarde. Ali Aarrass, propietario de una cafetería en Marruecos, lo extraditaron desde España a Marruecos. Le impidieron dormir, le golpearon en las plantas de los pies, le mantuvieron colgado de las muñecas, le quemaron con cigarros.
Amnistía Internacional recogía firmas en la Plaza del Liceo para conmemorar el Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de Tortura.Son dos casos, pero hay miles. Activistas de Amnistía Internacional recogen firmas en la Plaza del Liceo para liberar a Claudia, vendedora mexicana, y a Ali Aarrass, propietario de una cafetería. Es una forma de ponerle cara a las miles de personas que están sufriendo la tortura en todo el mundo.
Amnistía Internacional conmemora así el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura. La organización lleva mucho tiempo haciendo campaña contra la tortura, apesar de que la tortura hoy día está prohibida, muchos países continúan ejerciendo esta medida de vejación contra los seres humanos.